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Que la parada de Foment Cultural de Menorca se distinguiera por la bandera menorquina que puso sobre las telas con los colores de la senyera que dan uniformidad a los expositores de libros en la feria celebrada durante este fin de semana en la plaza de la Catedral de Ciutadella. Decisión que algunos interpretaron como un mensaje de sus reivindicaciones.

Que cien años después de que en Maó se prohibieran los establos de cabras en la ciudad, se quiera acabar con las que viven en libertad en Sant Lluís y hace una década se liquidaran a tiros las de Son Parc. Que limpiar la cera que dejan las procesiones de Semana Santa por las calles de Palma tenga un coste de 32.000 euros y además obligue a cortar el tráfico para el trabajo de la máquina decapadora. Que esta semana habrá nuevos acontecimientos por la crisis municipal de Sant Lluís, al
haberse cuestionado la propuesta del PSOE de nombrar a una comisión formada por nueve negociadores.