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QUE Mô, la sirenita del puerto de Maó, si hasta hace poco parecía estar meditando, ahora se la ve triste. Desde hace unos días está confinada, rodeándola de vallas, quizás para que nadie la toque y pueda ser un foco de contagio. No es que pensara ir a sitio alguno, pero se ha visto desprendida de la sensación de libertad. Como el puerto, se la ve casi sin vida.

QUE el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Torres, a diferencia de Susana Mora, pidiera unas horas para consultar a los alcaldes sobre avanzar el desconfinamiento, como Formentera.

QUE varios artistas menorquines se ofrezcan para interpretar por vía digital una canción de aniversario o de dedicatoria a una persona querida por una módica tarifa de 25 euros.

QUE ayer volvieran a proliferar las noticias falsas, sobre un rebrote del virus en Balears y la prohibición de hacer deporte, utilizando la imagen de medios de comunicación locales.