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Hablar de Karlos Arguiñano no es solo hablar de uno de los cocineros más queridos, admirados y respetados de España, sino también de uno de los comunicadores que mejor han sabido llevar a través de la televisión toda su pasión en las cocinas a los hogares que han sintonizado sus programas o comprado sus libros. Y sin embargo, a pesar de ser tan buen orador, es curioso que de su vida privada no suela comentar nada más allá de que «en las casas hay que hacer, por lo menos, una comida en familia» porque «eso ayuda a ser feliz», como le explicó a Pablo Motos en El hormiguero. Y eso que tiene siete hijos, lo cuales han sacado de su padre ese afán por hacer lo mejor posible su trabajo y, aún así, no dar más titulares de los meramente necesarios.

Arguiñano, de 73 años, lleva casado con la hotelera María Luisa Ameztoy desde 1974 y juntos han creado todo un emporio familiar -no exento de polémica en ocasiones, como su participación en la pelota vasca- en el que la mayoría de sus vástagos han ido incorporándose. Eneko, Zigor, Karlos, María, Martín, Joseba y Amaia son los herederos no solo del apellido sino de lo que representa el negocio, el cual está ubicado en la ciudad en la que se crio, Zarautz, siendo cinco de ellos quienes gestionan gran parte de KA, el complejo turístico que comenzase a montar el matrimonio en 1978.

Eneko es el primogénito con 47 años. Es quien dirige la sala y toma los pedidos del público, siendo quien está de forma más clara de cara a los comensales. Según sus palabras en noviembre de 2013, el mejor grupo que ha tenido fueron 70 personas que padecían de ceguera y/o sordera. Aunque también prefiere reservar su privacidad, es quien más ha de hablar con los medios cuando estos se acercan a KA.

En segundo lugar está Zigor, con 45 años, quien figura en el organigrama como jefe de cocina y quien está detrás de la barra. Es un participante asiduo de diversos concursos de cocina tras estudiar en la Escuela de Hostelería AIALA, de su padre. De hecho, quedó en tercer lugar en el concurso de Pintxos de Bacalao de Gipuzkoa en abril de 2019. Asimismo, sale desde hace varios años con la empresaria Amaia Jackson -tiene una tienda online de gafas de sol- y es padre de dos niños pequeños, un hijo y una hija.

Junto a Zigor, KA cuenta con otra jefa de cocina, María, de 45 años también. María es la única cuyo apellido no es Arguiñano, sino Torres. Fue adoptada por Karlos y Luisi (como llaman cariñosamente a su madre) a finales de los años 90, cuando el chef trabajaba en la televisión argentina. Según algunas publicaciones locales, ella era la asistenta de la casa de Buenos Aires, pero su ímpetu por aprender a cocinar removió algo dentro de la familia, que acabó trayéndola a vivir con ella a orillas del Cantábrico, formándose también en la AIALA.

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«Me siento bien, rodeada de cariño. Ellos son mi familia, son mis padres adoptivos, mis hermanos, trabajamos de igual a igual. ¿Dónde podría estar mejor?», confesó en una entrevista en 2016. "Es una hermana más, no hay duda. Hemos crecido una parte de nuestra juventud juntos y ahora es una pieza importante en la familia y en la cocina. Ella trabaja mano a mano con Zigor y funcionan muy bien juntos. María es una más de los nuestros. Somos siete», le aseguró Eneko a Noticias de Navarra en 2021.

Martín tiene 38 y es quien está al cargo de la parte administrativa del complejo familiar. Si mantienen el buen clima laboral en la familia es «porque siempre hicimos cosas en grupo, en la casa y en el trabajo», le comentó en una entrevista a Check in news. Aunque podría ser considerado el «jefe» dentro de los hermanos, él prefiere desmarcarse. «No somos de discutir, nos llevamos muy bien. A ninguno nos gustan las peleas y solemos estar muy de acuerdo en la mayoría de las cosas importantes», confesó al mismo medio que su hermano Eneko.

Y quizá dentro de la cocina el más famoso sea Joseba, nacido en 1985 y, como Zigor y María, estuvo en AIALA. Desde la temporada de 2019, el joven, de gran parecido físico a su padre, demuestra sus dotes con la repostería -de lo que era responsable en KA- y la panadería en el programa de Antena 3. Asimismo, tiene su propia pastelería en Zarautz, JA, claramente inspirado por su tía, Eva Arguiñano. Además, está casado con una mujer llamada Natali y tiene dos hijos, Manex y Kaia.

Por último, están quienes no se han dedicado al mundo culinario. Karlos (al que llaman Txarli), de 38 años, solo se pone el delantal dentro de casa. «La cocina me encanta y me encanta comer, pero soy director de fotografía y trabajo en el mundo audiovisual», confesó al mismo medio que sus hermanos. No es para nada un desconocido: recientemente ha trabajado como operador de cámara con Icíar Bollaín en Maixabel y en otras producciones reconocidas como Akelarre, Ventajas de viajar en tren y recientemente ha estado involucrado en El internado: Las cumbres. Además, agrega, va a «empezar una serie en Bilbao para Netflix» de la que no puede «contar nada todavía».

Por último, la benjamina, Amaia, de 35 años, quien comenzó como ingeniera experta en telemetría en el universo de las motos tras estudiar Ingeniería mecánica industrial superior en Arrasate. Eso sí, finalmente le ha tirado la rama familiar y se ha decantado por ser la gerente de la bodega K5.

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Como curiosidad: tanto los deportes de velocidad como el surf, la pesca o la navegación son pasiones que comparten entre hermanos. Asimismo, está asegurada una nueva generación de los Arguiñano, ya que el cocinero tiene 12 nietos. «Muy jóvenes aún, pero es probable que entre ellos haya alguien al que le guste la cocina, el comedor, el hotel o el mundo de la pastelería», aseguran sobre el futuro de la familia.