Ángel y Bárbara establecieron su residencia en Palma durante 20 días en el año 1985. | Archivo UH

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María García García, conocida como Bárbara Rey, forma parte de la historia de España. Vedette, actriz, presentadora, Miss España e incluso circense, la vida de la murciana ha llenado horas de televisión y páginas de papel couché desde que saltó a la fama en los años 70. Estos días la murciana ha regresado al foco mediático tras las polémicas declaraciones de su hijo Ángel Cristo Jr., que en televisión ha asegurado que él mismo grabó a su madre con el rey Juan Carlos I. Una entrevista en la que también ha denunciado públicamente el trato que recibió por parte de Bárbara cuando era menor de edad: «Yo no era su hijo, era su sirviente. La verdadera pesadilla era mi madre, no mi padre». Un testimonio que rompe con la unidad que siempre habían mostrado la artista y sus dos hijos frente a Ángel Cristo.

La tormentosa relación de la vedette y el domador, que en enero de 1980 pasaron por el altar tras un breve noviazgo, ha marcado la infancia y juventud de Ángel y Sofía. Una etapa en la que la familia al completo estaba volcada en el circo de Cristo, un espectáculo con el que recorrieron toda la geografía española, incluida Mallorca. Fue el 7 de agosto de 1985 cuando el matrimonio aterrizó en Palma junto a sus dos hijos, que por aquel entonces tenían cuatro y dos años, para ofrecer su show en la Isla. Directos desde Ibiza y acompañados por más de doscientas personas, cien vehículos y quinientas toneladas de materiales, el Circo Ruso al completo actuó ante el público mallorquín del 9 al 25 de agosto.

Cuando la familia aterrizó en el aeropuerto de Palma, Ángel tenía cuatro años y Sofía dos recién cumplidos.

«El espectáculo es muy variado, y el número más interesante es el de Ángel con las fieras», reconocía la actriz a este periódico, que también se mostró muy ilusionada por estar en Mallorca. «No había vuelto desde el año 70 y solamente estuve un día por lo que prácticamente la voy a conocer ahora. Además, vamos a ir todas las mañanas con los niños a la playa», dijo sonriente en Son Sant Joan. Eso sí, hubo un momento de tensión cuando los periodistas le preguntaron si afrontaba una crisis con su marido, tal y como habían informado los medios de la época.

«Somos la pareja más estable que existe en España. Siempre vamos juntos y trabajamos juntos. Cualquier rumor sobre nuestra separación es una falsedad», dijo tajante sacando su carácter. Pero la ruptura llegó cuatro años después tras un complicado matrimonio en el que la actriz denunció a su marido por malos tratos. Bárbara decidió alejarse del mundo del circo y se centró en su carrera televisiva y en sus hijos, de los que consiguió la custodia.

Madre e hija este verano en Orgullosament Inca.

Aunque la artista no atraviesa su mejor momento con Ángel Jr., ella y Sofía siempre han mostrado su buena relación ante los medios de comunicación. Este mismo verano las dos formaron parte del cartel de Orgullosament Inca, una celebración en la que derrocharon complicidad y gestos de cariño. Madre e hija recorrieron el 14 de julio la ciudad en una de las carrozas de la celebración, donde bailaron animadas y saludaron a todos los asistentes. Una imagen que contrasta con la que se ha podido ver de Bárbara en las últimas semanas, cabizbaja y entre lágrimas. «Mi hermano la está destrozando física y mentalmente», ha lamentado Sofía, que siempre será el ojo derecho de su madre.