Los helados que hacemos nosotros tienen más beneficios que los industriales. | Pexels -ROMAN ODINTSOV-

TW
0

El arte de hacer helado casero puede parecer simple, pero para obtener la textura cremosa perfecta, hay algunos trucos esenciales que deberías conocer. ¿Cuál es el secreto detrás de ese helado casero perfectamente esponjoso que todos anhelamos en un caluroso día de verano? La respuesta podría sorprenderte.

Primero, es importante comprender que la consistencia densa de este postre es la interacción entre los cristales de hielo, el aire y las grasas. Estos tres componentes trabajan juntos para crear esa textura suave y sedosa que buscamos. Sin embargo, el tamaño de los cristales de hielo es crucial para determinar si será cremoso o grumoso.

El truco radica en su proceso de congelación. La velocidad de este proceso es vital: cuanto más rápido se congele, más pequeños serán los cristales de hielo que se formen, resultando en un producto final más cremoso. Para conseguirlo, es importante enfriar la mezcla a la temperatura más baja posible antes de meterla en la heladera. Además, el azúcar y las grasas también juegan un papel importante. Los azúcares ayudan a reducir el punto de congelación de la mezcla, lo que ayuda a prevenir la formación de grandes cristales de hielo. Las grasas, por otro lado, ayudan a retener el aire e incrementar la cremosidad.

No obstante, hay que tener cuidado con la cantidad de estos ingredientes que se añaden. Demasiado azúcar puede hacer que el helado sea demasiado suave o incluso líquido, mientras que demasiada grasa puede darle una textura demasiado pesada. La incorporación de aire es otro componente clave. Durante el proceso de batido, se incorpora aire a la mezcla, lo que contribuye a su textura ligera. Sin embargo, demasiado aire puede dar lugar que salga esponjoso, por lo que es importante conseguir un equilibrio adecuado.

Por último, aunque no menos importante, la paciencia es crucial. La tentación de probar el helado justo después de sacarlo de la heladera puede ser grande, pero la mayoría de ellos se benefician de un 'endurecimiento' de al menos unas pocas horas en el congelador para conseguir esa textura óptima. Como podemos observar la elaboración de realizarlo nosotros y que salga perfectamente cremoso implica una cuidadosa consideración de la ciencia detrás de la congelación, el equilibrio de los ingredientes y un poco de paciencia. Pero el resultado final, ese helado cremoso y delicioso, merece sin duda la espera.