Los adultos necesitan descansar entre 7 y 8 horas seguidas. | Pexels - Andrea Piacquadio

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Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de descanso. Sin embargo, las altas temperaturas impiden conciliar el sueño a la mayoría de personas. En ocasiones, estas extremas condiciones meteorológicas nos despiertan acalorados a mitad de la noche. El insomnio de verano está asociado a las altas temperaturas, pero no es el único factor que afecta a la falta de sueño las noches estivales. El cambio de ubicación, la pérdida de la rutina, las largas siestas, más horas de sol, el exceso de alcohol... todo esto, afecta al organismo.

No poder dormir puede ser un problema, por ello, te damos cinco consejos para mejorar el sueño en verano. En primer lugar, lo más recomendable es establecer una rutina de noche. Los expertos enfatizan en la importancia de acostumbrar al cuerpo a acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. Y así, ajustar el reloj circadiano a la hora de dormir. Seguidamente, preparar al cuerpo para ir a la cama es clave. En general, las cenas pesada, con alcohol o cafeína estimulan en exceso al organismo, lo mismo sucede con el tabaco. Por lo tanto, habría que evitar este tipo de comportamientos. Es igual de importante darse una ducha refrescante para mantener el cuerpo a una temperatura ambiente inferior a 26 grados. A más temperatura corporal, el cerebro genera menos cantidad de melatonina, la hormona del sueño.

Por el mismo motivo, mantener el espacio fresco ayudará a conciliar la noche. A esta sensación de calor, también influye el ambiente. Una sensación lumínica excesiva, complicará el estado de descanso. Por lo tanto, lo recomendable es utilizar luces tenues, indirectas y huir de las pantallas. De igual manera, este paso activará la producción natural de melatonina. También, cabe la posibilidad de utilizar unas gafas con filtro de luz azul. Por último, para aumentar la sensación de calma debemos evitar distracciones: bajar la persiana, vaporizar esencias relajantes, utilizar cremas con efecto frío y leer un libro son algunos trucos para superar el insomnio estival.