Francina Armengol y Marga Prohens se saludan en el Parlament. | Pere Bota

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Nada mejor que coger una ola propicia para llegar hasta donde uno se proponga. Una ola propicia ha llevado a Marga Prohens al Govern -la ola y alguna otra cuestión que tiene que ver con el anterior Ejecutivo- de la misma manera que una ola propicia llevó a Francina Armengol a la Presidència del Govern hace ocho años con la hecatombe del PP en toda España, más aguda aún si cabe en Balears con el peso añadido de José Ramón Bauzá.

El problema de las olas es que van y vienen, caprichosas, y ahora viajan airosas a favor de la derecha, mejor dicho, del PP, que acaricia ese cuarto diputado que coloca a los ‘populares’ en la vieja normalidad, aquella previa a la aparición de los partidos emergentes, Cs, Podemos o Vox, que dejaron al viejo bipartidismo al borde del colapso. El PP se recupera y se acerca, pero todavía no están en aquel quinto diputado que logró Rosa Estaràs. El cuarto parece seguro, pero el quinto también parece seguro para Vox.

Y en estas olas que van y vienen, resulta interesante analizar hacia dónde han llevado a las dos grandes protagonistas de la política balear de estos dos meses. Hace poco más de cuatro años, en las elecciones de abril de 2019, el PP sacó el peor resultado de su historia en unas generales en una lista encabezada, atención, por Marga Prohens. Se quedó sola, única representante del PP balear en el Congreso y hasta la candidata al Senado, Maria Salom, le superó en votos.

Cuatro años después de aquel pésimo resultado, Marga Prohens es la presidenta del Govern y ha desalojado del Consolat de la Mar a quien ahora viaja al Congreso con billete de vuelta -dice- dentro de cuatro años. Aquella ola que la aupó a la Presidència en 2015 no le será favorable ahora. Armengol es una buena candidata, la mejor posible para el PSIB, y puede aglutinar un voto de izquierdas que haría daño a Sumar Més, pero el PSOE en su conjunto está tocado y en estas elecciones pueden afectarle las dinámicas -llámale olas- estatales. Si el cuarto diputado del PP parece seguro, para que el PSIB consiga tres es necesario que Sumar quede sin representación. La maldición de Més en las generales, se llame como se llame la formación a lo largo de los tiempos, le ha dejado sin presencia en el Congreso. La encuesta confirma las aspiraciones de Vicenç Vidal de ser diputado, pero ojo al voto útil a Armengol, que tal vez sea más importante de lo esperado y el PSIB afiance el tercer diputado a costa de Sumar Més.

La encuesta deja una tercera constatación: Vox comienza a perder fuelle. Jorge Campos será diputado en el Congreso si se cumple el vaticinio de la encuesta, pero la remontada del PP es, en parte, a costa del partido de Santiago Abascal. El sondeo dibuja un lento reagrupamiento del voto de la derecha en el PP, que se llevará las pocas papeletas de quienes hace poco más de un mes eligieron a Cs y al PI. De nuevo la ola que arrastra votos perdidos en la orilla.