Carme Garcia Querol se muestra orgullosa y satisfecha por su retorno triunfador a la política. | Javier Coll

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Carme Garcia Querol (Terrassa, 1963), casada, madre de una hija, empresaria de servicios asistenciales y formadora, ha recuperado para el PSOE el escaño menorquín del Senado treinta años después.

¿Qué le ha parecido ser la elegida?

—Es un orgullo desde que el PSOE me lo propuso. Hemos cambiado la tendencia de Menorca.

¿Era optimista?

—No, pero ya había dicho que había posibilidades porque la derecha por primera vez iba separada. Lo que no esperaba es que la victoria fuera tan contundente.

¿Quiere decir que ha ganado por la división de la derecha?

—Es una razón importante, los votos de PP y Vox eran antes los mismos y ahora van a sacos diferentes. También había otras opciones de izquierda, pero nosotros hemos registrado un empuje y ellos un retroceso. No hay más.

¿Sus prioridades en Madrid (aparte de buscar alojamiento)?

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—Mi ventaja es que tengo tres senadores más por las Islas que son compañeros, algo que tampoco había pasado nunca. Tendremos un grupo balear en el Senado que será más potente que el del Congreso. Seguiré todos los temas que son fundamentales para Menorca como el REB o la movilidad.

¿La ola socialista tendrá continuidad el 26-M?

—Las tendencias son importantes. Menorca siempre ha sido de izquierdas, siempre ha superado a la derecha. No sé si la tendencia proseguirá, lo que es perceptible es el buen trabajo de Pedro Sánchez, Francina Armengol y Susana Mora en pro de los ayuntamientos. Es el momento de que estas instituciones tengan la oportunidad de crecer. Es una legislatura en la que tocarán más poder.

Desde que es candidata y desde el domingo noche en particular ¿le han presentado ya alguna petición?

—Desde el domingo tengo una lista con cinco asuntos apuntados de cosas pendientes de personas que me las han pedido.

¿Asuntos a resolver?

—Ya les he dicho que les contestaré. Puedo resolver o no, si de mí depende lo haré y si no contestaré que lo he intentado y no ha podido ser, en política hay que saber decir que sí y que no.

Ha sido volver a la política y besar el santo.

—He tenido vista. Había dicho que no volvería, la política me ha perjudicado mucho personalmente. Pero al no ver un pacto al Senado, analizar la composición política en Menorca y pensar en Pedro Sánchez, nacieron la ilusión y la oportunidad.