Jean Claude Juncker habla con los periodistas. | VINCENT KESSLER/Reuters

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El político conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker fue refrendado este martes por la Eurocámara como el futuro presidente de la Comisión Europea (CE) para los próximos cinco años, en los que el Ejecutivo comunitario tendrá que liderar la recuperación de la crisis.

Juncker, que obtuvo 422 votos a favor y 250 en contra, había sido designado candidato para el cargo por el conservador Partido Popular Europeo (PPE), la formación que consiguió mayor representación en la Eurocámara en los comicios del pasado 25 de mayo.

Se trata de la primera vez que, en cumplimiento del Tratado de Lisboa (2009), se elige a un presidente de la CE predesignado previamente por su grupo político y que se vincula la elección del jefe del Ejecutivo comunitario al voto ciudadano.

En su discurso de investidura, el también expresidente del Eurogrupo se pronunció a favor de la «Europa social de mercado», un guiño a socialistas y ecologistas, al tiempo que tranquilizó a los conservadores y liberales de la Eurocámara haciendo una defensa férrea de las reformas y el respeto a la disciplina fiscal.

Si bien admitió «errores» durante la gestión de la crisis, cuando él presidía el Eurogrupo y se aprobó el primer rescate a Grecia, señaló que la toma de decisiones durante la crisis «fue como reparar un avión en llamas en pleno vuelo».

Como medidas concretas para relanzar el crecimiento y el empleo, Juncker propuso promover un plan de inversión de 300.000 millones para los próximos años entre el sector público y privado y ampliar la garantía juvenil de los 25 a los 30 años, entre otras medidas.

Dentro de la Eurocámara, Juncker recibió el apoyo del PPE, así como de buena parte de los socialdemócratas (S&D) -con la excepción de británicos y españoles, que se manifestaron en contra- y los liberales (ALDE).

Verdes, Izquierda Unitaria (GUE/NGL), Conservadores y Reformistas (ECR) y el grupo de la Europa por la Libertad y la Democracia Directa (EFDD) votaron mayoritariamente en contra.

Juncker superó el apoyo necesario con más margen del esperado, ya que precisaba al menos el respaldo de 376 de los 751 eurodiputados. Entre los españoles, más de la mitad de los 54 eurodiputados, en concreto 28, votó en contra.