Lágrimas por las víctimas de Sri Lanka. | DINUKA LIYANAWATTE

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Las autoridades de Sri Lanka han levantado este lunes el toque de queda en el país, un día después de que 290 personas hayan perdido la vida y 500 hayan resultado heridas por una cadena de seis atentados con bomba, ocurridos en un lapso de media hora contra tres iglesias del país y tres hoteles de cinco estrellas en la capital, Colombo, y por otras dos explosiones subsiguientes en un barrio del este de la capital y en un zoológico al sur de esta misma ciudad.

Por el momento nadie ha reivindicado la responsabilidad del ataque. El presidente del país, Maithripala Sirisena, que estaba en el extranjero cuando ocurrieron los ataques, ha convocado una reunión del consejo de seguridad nacional a primera hora de este lunes. El primer ministro Ranil Wickremesinghe asistirá a este encuentro.

La Policía de Sri Lanka ha detenido ya a 24 personas por su presunta relación con la ola de atentados.

Este domingo la Policía ha detenido a un total de 13 sospechosos que podrían tener conexión con estos atentados, según informa el diario 'NewsFirst'. Las autoridades han localizado una furgoneta que podría haber trasladado los materiales explosivos y la casa donde podrían haberse alojado los responsables de este ataque en las afueras de la capital del país, Colombo.

A última hora de este domingo, las fuerzas de seguridad han encontrado un artefacto explosivo cerca del aeropuerto y lo han desactivado.