Se pretende controlar a las manadas de camellos y alejarlos de los acuíferos. | Pixabay

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Miles de camellos salvajes serán asesinados a tiros desde helicópteros en Australia debido a la sequía que vive el país y es que estos animales están poniendo en peligro a las comunidades del desierto al no encontrar agua.

Los dirigentes aborígenes de las Tierras Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY), una zona del gobierno local en el extremo noroeste de Australia del Sur, han sido los que han ordenado la operación, que durará cinco días, con el objetivo de controlar a las manadas de camellos y alejarlos de los acuíferos de los que dependen diferentes comunidades.

Este jueves 9 de enero alrededor de 1.500 camellos han sido sacrificados. «Esta es la primera gran matanza en esta región», ha explicado a DPA el generte general de APY, Richard King.Los encargados de acabar con más de 10.000 camellos serán cazadores profesionales.

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En Australia, según informa DPA, los camellos no son nativos por lo que no tienen ningún depredador natural y según los cálculos de expertos en fauna silvestre, hay hasta 600.000 camellos salvajes en el país. «La sequía y el aumento de las temperaturas han hecho que los camellos entren en las aldeas y rompan las cercas, derriben los tanques de agua y destruyan los almacenes de alimentos en la región, donde el agua es extremadamente valiosa», ha detallado King.

Este hecho se debe a que Australia ha registrado en 2019 el año más calido y seco de su historia, según la explicación de la oficina meteorológica de la que se hace eco DPA, lo que ha provocado que se originen incendios que están arrasando millones de hectáreas.

Hasta la fecha, 1.250 millones de animales han muerto o han resultado heridos en estos incendios forestales, incluyendo la muerte de miles de koalas, canguros y otras especies icónicas. Además, la superficie quemada asciende ya a casi 10 millones de hectáreas. Al menos 26 personas, incluidos varios bomberos voluntarios, murieron en Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia del Sur, y miles de casas y edificios han sido destruidos.

En un comunicado, WWF alerta de que Australia aún no ha llegado a la mitad de la temporada de incendios. «Mandamos nuestro apoyo a todos los afectados por esta tragedia e insistimos en lo mal que estamos afrontando la amenaza global del cambio climático. Si seguimos apostando exclusivamente por la extinción, en lugar de prevenir incendios, éste será el escenario que tendremos también en España cuando las condiciones meteorológicas sean especialmente adversas, como está pasando en Australia», ha indicado la coordinadora de bosques en WWF España, Diana Colomina.