Un dron vigila en Países Bajos a la gente que pasea por la calle. | Efe

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¿El confinamiento total de la población es la medida más acertada para la lucha contra el coronavirus? La respuesta, a buen seguro, aún tardaremos en tenerla, pero es la medida implantada por diversos países, entre ellos España, para hacer frente a la propagación de la COVID-19 mediante el control de los contactos de la población. No obstante, en otros territorios se ha optado por no limitar la capacidad de movimiento de los ciudadanos. Un ejemplo es Países Bajos. Holanda implanta el encierro inteligente.

Este tipo de medida quiere evitar, según algunos medios holandeses, medidas represivas y se basa en la libertad individual y apela a la autodisciplina, en tanto en cuando somos responsables de cumplir con las medidas de higiene y distanciamiento, no es necesario encerrar a la población ni al país. De este modo, muchas tiendas, mercadillos y restaurantes con servicio a domicilio permanecen abiertos.

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La iniciativa, no obstante, está generando algunos conflictos, porque tal y como informan algunos diarios las UCI están saturadas o esta medida está encaminada a situar a Países Bajos como la antítesis a China y toman riesgos frente a evitar cualquier medida que parezca dictatorial. ¿Pero funciona este método?

Algunos medios señalan que aunque no se restringe el movimiento, Países Bajos ha implantado otras medidas, como utilizar drones para ahuyentar a la gente que pasea, se plantea el uso de aplicaciones para asegurarse de quien se encierra en casa y como se expande el virus. En este sentido critican que Países Bajos no esté siguiendo la estela de otros países democráticos que implantan estas medidas restrictivas de manera excepcional.