Una mujer pasea frente al mural de la artista Camille Walala, en Leyton (Londres). La actividad económica en las Islas se ha visto resentida a todos los niveles.

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El producto interior bruto (PIB) del Reino Unido descendió el 19,8 % entre abril y junio frente a los tres meses anteriores, según las cifras divulgadas este miércoles por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés), que en su primer cálculo de julio había situado la caída trimestral en el 20,4 %.

En la primera mitad del año, el PIB británico bajó el 21,8 % con respecto a los seis meses anteriores, añadió la ONS.

El Reino Unido entró oficialmente en recesión el pasado agosto al confirmarse dos trimestres consecutivos de contracción económica debido al impacto de la pandemia de la COVID-19.

De acuerdo con la Oficina de estadísticas, todos los sectores sufrieron una contracción entre enero y finales del pasado junio, especialmente el de la construcción, que registró un retroceso semestral del 37,6 %; seguido del industrial, con una caída del 22,6 %, y el de servicio, que bajó el 21,3 %.

En términos trimestrales -abril a junio-, la construcción bajó el 35,7 %, el industrial cayó el 21,1 % y el servicio, el 19,2 %, añadió la ONS al dar a conocer sus últimos cálculos para ese periodo.

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La caída del PIB en la primera mitad del año fue menor que la calculada en un principio, del 22,1 %.

El subdirector del área de estadísticas de la ONS, Jonathan Athow, señaló este miércoles que «estos datos completos no han cambiado sustancialmente el panorama económico, con una continua contracción de la economía del Reino Unido», que es «mucho mayor» que cualquier otra que el país haya visto.

Asimismo, Athow indicó que la inversión empresarial y los pagos de los dividendos por parte las compañías británicas también bajaron a fin de acumular reservas de efectivo ante la actual crisis.

La ONS ha calculado que la inversión empresarial registró una caída del 26,5 % en el segundo trimestre, mientras que los hogares británicos redujeron el gasto.

El Reino Unido vive por primera vez desde la crisis crediticia de 2008 una recesión, mientras continúan las medidas restrictivas para frenar una segunda ola de la COVID-19.