El portavoz del Gobierno ruso ha señalado que «se consienten las provocaciones de Ucrania en lugar de hacerles ejecutar los acuerdos de Minsk». | Efe

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El portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, ha señalado a Occidente como responsable por la tensión que se vive en el este de Europa y ha resaltado que utiliza «una amenaza fantasma» para suministrar armas a Ucrania. «Con el telón de fondo de una amenaza artificial y fantasma que supuestamente emana de Rusia, los países occidentales siguen inundando a Ucrania de armas, proporcionando sus asesores militares y, en general, consintiendo las provocaciones de Ucrania en lugar de hacerles ejecutar los acuerdos de Minsk, aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU», ha denunciado Peskov, tal y como recoge la agencia rusa TASS.

A su juicio, «eso significa que los niños, los ancianos y las mujeres seguirán muriendo en el este de Ucrania», ya que «el Gobierno de Kiev está librando una guerra sin previo aviso contra ellos durante muchos años».

Estados Unidos advierte de sus alianzas

«Si cualquier fuerza rusa se desplaza a través de la frontera ucraniana, si hay una nueva invasión, (Rusia) se encontrará con una respuesta rápida, severa y unida no sólo de Estados Unidos, sino también de nuestros aliados y socios», ha indicado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en rueda de prensa. «Todas las opciones están muy presentes, y estamos unidos con los aliados y socios para imponer con decisión consecuencias severas a Rusia», ha incidido Price.

En este sentido, ha aseverado que Estados Unidos espera poder evitar el conflicto: «Esperamos que el diálogo y la diplomacia puedan ayudarnos a encontrar una salida a esto, ayudarnos a encontrar un camino hacia la desescalada y, en última instancia, hacia una resolución pacífica de esta agresión rusa». Las autoridades de Rusia y Ucrania llevan las últimas semanas elevando su pulso político con acusaciones cruzadas sobre una ofensiva militar inminente, en un nuevo repunte de la tensión existente desde que en 2014 se inició la rebelión separatista en el Donbás y Moscú proclamó la anexión de la península de Crimea.