La Comisión preparará una propuesta para que se puedan matricular vehículos que utilicen combustibles sintéticos. | Emilio Naranjo

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Los países de la Unión Europea apoyaron este martes que a partir de 2035 no se puedan vender en la UE coches y furgonetas nuevos de diésel y gasolina, si bien se explorará la posibilidad de que se puedan matricular motores de combustión impulsados por combustibles sintéticos de cero emisiones. La fecha de 2035, pese a no ser aún oficial, se alinea con la que defienden el Parlamento y la Comisión Europea con quienes los países tendrán que negociar la normativa definitiva, por lo que virtualmente será la fecha en la que se eliminen las ventas de coches y furgonetas nuevas que emitan CO2.

No obstante, y ante la presión de Alemania, el primer fabricante y mayor mercado automovilístico de la UE, con el apoyo de Italia, la Comisión preparará una propuesta para que a partir de 2035 se puedan matricular aún vehículos que utilicen combustibles sintéticos de cero emisiones contaminantes. Existirá la «posibilidad de matricular vehículos con motores de combustión si y sólo si sus emisiones son nulas», subrayó la ministra para la Transición Energética de Francia, Agnès Pannier-Runacher, en nombre de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. El vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans, dijo en rueda de prensa que los combustibles sintéticos de cero emisiones «hasta hora no parecen muy realistas porque parecen prohibitivos en términos de costes».

Pero si los fabricantes automovilísticos consiguen que esos combustibles sean comercialmente viables, la Comisión «tendrá la mente abierta». El Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, quiere una senda de reducción de emisiones del para 2030 del 55 % para los automóviles y del 50 % para las furgonetas, para llegar a los vehículos de cero emisiones en 2035. La Eurocámara fijó a inicios de mes su posición de cara a la negociación final, con una senda de reducción del 15 % en 2025 en relación con 2021, para pasar al 55 % en 2030 y al 100 % en 2035. Los países acordaron que en 2026 la Comisión Europea examine los progresos realizados y los objetivos en función de los avances tecnológicos que se produzcan, con el foco en los vehículos híbridos enchufables.

«Algunos fabricantes mantienen que los híbridos podrán llegar a lo que se necesita. Por ahora no lo hacen, pero si lo llegaran a hacer, lo reevaluaremos en 2026», dijo Timmermans, quien subrayó que «la mayoría de los fabricantes en el mundo, no sólo en Europa, han optado por las baterías eléctricas». Se espera que la negociación final con el Parlamento Europeo arranque en el segundo semestre del año, bajo presidencia de turno de la República Checa, país donde nació la marca automovilística Skoda. En 2021, el 19,6 % de los coches nuevos vendidos en la UE fueron eléctricos, incluyendo los híbridos enchufables, frente al 11,9 % en 2020, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).