Liz Truss, junto al diplomático Tim Barrow. | EFE/EPA/NEIL HALL

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La ministra británica de Exteriores, Liz Truss, es la nueva líder del Partido Conservador y se convertirá por tanto en primera ministra del Reino Unido, tras imponerse en las elecciones primarias de los tories al extitular de Economía Rishi Sunak, por una diferencia de unos 21.000 votos de miembros del partido conservador (81.326 vs. 60.399), según ha anunciado la formación en un acto en Londres. Truss sustituirá este martes a Boris Johnson al frente del Ejecutivo, una vez que sea recibida por la reina Isabel II en el castillo de Balmoral (Escocia).

Liz Truss recogerá el testigo en Downing Street con un perfil continuista con respecto a las directrices marcadas por su predecesor, Boris Johnson. Salta a la máxima responsabilidad política en Reino Unido desde el Ministerio de Exteriores y con el reto de devolver a los 'tories' el lustre perdido. En su primer discurso como sucesora de Jhonson, se ha comprometido a reducir impuestos y abordar la crisis energética a largo plazo: «Hice campaña como conservadora y gobernaré como conservadora. Cumpliré con la bajada de impuestos, con la crisis de la energía (...) y con el NHS (sistema público de sanidad)».

Liz Truss, nueva primera ministra de Reino Unido
Liz Truss, en su primer discurso como líder de los conservadores de Reino Unido y sucesora de Johnson.
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Este martes, Truss -actual ministra de Exteriores- recibirá el encargo de la Reina isabel II de formar gobierno. Con fama de ser una política convincente y hábil en las distancias cortas, durante la campaña de las primarias «tories» han surgido, sin embargo, dudas entre los comentaristas políticos sobre su magnetismo para movilizar a las masas, una de las principales bazas con las que Johnson arrasó en las elecciones de 2019. Su promesa de combatir la inflación con bajos impuestos para empresas y trabajadores convenció a la mayoría de los 160.000 afiliados del Partido Conservador con derecho a elegir al líder, que tienden a situarse a la derecha del espectro político respecto al conjunto de votantes «tories». Su prueba de fuego, con todo, será en las urnas. Truss hereda la enorme mayoría absoluta que logró Johnson, pero estará obligada a convocar unas generales antes de enero de 2025, en las que pondrá a prueba su tirón popular. Si los comicios se celebraran ahora, el Partido Laborista ganaría con holgada ventaja.

A la sombra de Thatcher

En uno de los primeros debates de las primarias conservadoras, Truss apareció vestida con una americana negra y una camisa blanca con un gran lazo al cuello. A pocos comentaristas se les escapó que su atuendo era idéntico al que Thatcher lució en una intervención televisada durante la campaña que la llevó al poder, en 1979. No era la primera vez que emulaba la imagen de la Dama de Hierro. Poco después de asumir Exteriores, Truss aprovechó una visita a Estonia para dejarse fotografiar sobre un tanque del Ejército británico, una instantánea que fue inmediatamente comparada con una célebre imagen de Thatcher visitando a las tropas en Alemania Occidental en 1986. Aunque se declara «frustrada» por las constantes comparaciones con la ex primera ministra, sus intervenciones en las primarias han estado siempre plagadas de referencias implícitas y explícitas a ella. En línea con el ideario thatcherista, una de las primeras medidas que espera adoptar como jefa de Gobierno es cancelar la subida del impuesto de sociedades que había programado Johnson. La nueva primera ministra cree que con la inflación disparada por encima del 10 %, con perspectivas de que pueda superar el 18 % el próximo año, la prioridad de su Gobierno no debe ser reducir la inmensa deuda acumulada durante la pandemia, sino estimular las inversiones y el crecimiento. Durante las primarias, también ha propuesto medidas para reducir el sector público. La más polémica de ellas, recortar el sueldo a todos los funcionarios que viven fuera de Londres, provocó tal revuelo que se vio obligada a dar marcha atrás en menos de 24 horas.