Imagen de la localidad de Asklipieio, en la isla de Rodas. | NICOLAS ECONOMOU

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Dos nuevos incendios declarados en la tarde de este miércoles en Grecia central han desencadenado rápidamente la evacuación de varias localidades, mientras miles de bomberos y voluntarios seguían trabajando a destajo para controlar y reducir las llamas en las islas de Rodas, Corfú y Eubea.

Un gran fuego se desató en una zona agroforestal en la región de Magnesia, forzando la evacuación de tres localidades y de la zona industrial de la ciudad portuaria de Volos, que se encuentra tan solo a unos cinco kilómetros al este del frente del incendio. Humo denso ha llegado hasta el puerto de esta ciudad de unos 150.000 habitantes, según imágenes difundidas por los medios locales.

Unos 33 bomberos con 13 vehículos y 2 helicópteros cisterna operan en la zona, en medio de fuertes vientos que dificultan las tareas de extinción. La Policía ha decidido interrumpir el tráfico en el tramo de la autovía nacional Atenas-Salónica que discurre por la región.

Mientras, otro gran incendio se declaró prácticamente en los límites del tejido urbano de la ciudad de Lamía, la capital de la región de Ftiótide, también en Grecia central, donde esta tarde se detectaron varias decenas de nuevos focos de fuego. Las autoridades han pedido a los residentes de la parte norte de la ciudad, donde el incendio quema la vegetación local (baja) en un monte, que abandonen sus viviendas y se dirijan hacia el centro y el sur de esta urbe de 75.000 habitantes.

En la isla de Rodas, en el mar Egeo oriental, miles de bomberos y voluntarios siguen luchando por noveno día consecutivo contra el gran incendio forestal que ya ha quemado más de 14.000 hectáreas de bosque, además de calcinar varias viviendas y matar un número de animales aún no cuantificado. Unos 270 bomberos con 55 vehículos, 5 aviones y 3 helicópteros cisterna operan en varios frentes en el centro y el sur de la isla, mientras que unos 3.000 voluntarios ayudan a contener las llamas, según la emisora pública ERT.

Unas 19.000 personas, entre ellas 7.000 turistas, fueron evacuadas durante el fin de semana y trasladadas a lugares seguros de la isla, la novena más grande del Mediterráneo. En la isla de Eubea, al noreste de Atenas, donde el martes murieron dos pilotos al estrellarse un avión cisterna, la situación ha mejorado un poco. Los bomberos luchan contra pequeños focos dispersos que se sofocan rápidamente, principalmente cerca de la localidad de Platanistós.

Mientras, unos 50 bomberos búlgaros con 15 vehículos llegaron a Grecia y están operando en la isla de Corfú, donde otro gran incendio sigue fuera de control por cuarto día consecutivo. En total, operan aquí 112 efectivos con 36 vehículos, un avión y 3 helicópteros cisterna. Aunque el fuego obligó ayer, martes, a las autoridades a evacuar varios pueblos en la costa de la isla, actualmente no hay zonas pobladas amenazadas pues las llamas arden en zonas de difícil acceso de un monte en el norte de la isla.

Tras vivir una ola de calor extremo en las últimas tres semanas, los griegos esperan que una significativa bajada de los termómetros traiga un alivio al país y facilite la lucha contra los numerosos incendios. La temperatura de 46,4 grados centígrados, alcanzada el pasado domingo en la ciudad de Gitión, en el Peloponeso, ha sido la más alta jamás registrada en Grecia.