El ministro de Exteriores ruso. | Reuters - ABEDIN TAHERKENAREH

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El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que entre Rusia y Estados Unidos no hay ninguna confianza en materia de estabilidad estratégica, tras las maniobras nucleares dirigidas la víspera por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin. «Ya no hay ninguna confianza entre nosotros y Estados Unidos. Ellos la rompieron al socavar los principios incluidos en el preámbulo del tratado» START III, dijo Lavrov durante un foro de seguridad en Minsk, capital bielorrusa, según informa la agencia Interfax. Lavrov añadió: «Las inspecciones las suspendimos, porque las inspecciones son una medida de confianza mutua».

Aseguró que Washington exige «todo el tiempo» reanudar las inspecciones de las instalaciones nucleares, cuando Kiev ataca con armamento occidental «las bases de los bombarderos estratégicos» en territorio ruso. Aunque Putin suspendió su aplicación a principios de año, Lavrov subrayó que el START III, el último tratado de desarme entre ambas superpotencias, «aún está en vigor». «Estamos comprometidos con los parámetros existentes» sobre limitación de armamento ofensivo, dijo. El diplomático aseguró que estabilidad estratégica exige «unas condiciones» que permitan alcanzar unos acuerdos que respondan a las inquietudes de todos sus participantes, en alusión a que éstas no se dan en estos momentos por culpa de los «anglosajones» (EE.UU. y el Reino Unido).

«Nosotros nunca eludimos propuestas serias. Simplemente, éstas propuestas no llegan», afirmó. Al respecto, acusó a Occidente de «seguir instigando» a Ucrania para que continúe la guerra con Rusia, por lo que «ahora en primer plano (...) está el no relajarse y no permitir que nos asesten una derrota». El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, desveló el miércoles que Moscú ha recibido una propuesta de Estados Unidos para reanudar el diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armamento. Pero, a renglón seguido, explicó que Moscú no está preparado para retomar el diálogo si no se producen cambios en «la política profunda y fundamentalmente hostil de EE.UU. hacia Rusia».

Putin dirigió la víspera desde el Kremlin maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares rusas, que incluyeron el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero, y la participación de submarinos nucleares y de dos bombarderos estratégicos Tu-95. Durante las maniobras se simuló «un ataque nuclear masivo de las fuerzas ofensivas estratégicas en respuesta a un ataque nuclear enemigo», explicó Serguéi Shoigú, ministro de Defensa ruso.

Los ejercicios coincidieron con la decisión el miércoles del Senado ruso de aprobar el proyecto de ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), que Estados Unidos nunca ratificó. Al respecto, Lavrov señaló que Moscú sigue investigando la explosión subterránea ocurrida el 18 de octubre en EE.UU., concretamente en el Estado de Nevada. «Por ahora no hemos encontrado nada que confirme una violación del CTBT», añadió. Las autoridades rusas han recalcado que la revocación no significa que el Kremlin vaya a reanudar los ensayos nucleares, al menos de momento, pues «la moratoria permanece» en vigor.