Irán habló inicialmente de unos 200 muertos en la explosión. | SARE TAJALLI

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El ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, rebajó este jueves a 84 la cifra de fallecidos en el atentado terrorista del miércoles en la ciudad de Kerman, frente a las 103 que se anunciaron en un primer momento, si bien reconoció que aún hay varias personas en estado crítico y en condiciones «poco favorables».

Según informa la agencia iraní Tasnim, vinculada a los Guardianes de la Revolución, Vahidi dio esa cifra durante la visita a varios hospitales de la zona, citando datos de los forenses. La nota no explica el motivo por el que la cifra se redujo en casi 20 personas. El ministro también indicó que de las 284 personas que resultaron heridas, 220 aún siguen hospitalizadas, la mayor parte en condición estable o que sólo necesitan «cirugías menores».

«Las agencias de Seguridad, Inteligencia y Justicia están en plena alerta y en control, ejecutando sus planes de acuerdo con los protocolos establecidos», aseguró Vahidi en referencia en la situación en la zona, donde se ha producido uno de los atentados terroristas más graves en territorio iraní en las últimas décadas.

Vahidi detalló que el ataque fue perpetrado con materiales «altamente explosivos» y dirigidos a civiles, que recibieron heridas por metralla, lo que constituye un acto terrorista «reprensible, cobarde y malicioso».

«El incidente demuestra la profundidad de la maldad del enemigo», añadió. El ministro aseguró que los «perpetradores» del ataque serán detenidos por las fuerzas de seguridad e Inteligencia y que quienes los apoyan «temerán la ira de la nación iraní».

El ataque terrorista se produjo en la tarde del miércoles, cuando miles de personas participaban en las ceremonia de conmemoración del asesinato del teniente general Qassem Soleimani por orden del presidente de los EE.UU, Donald Trump. Además, varias personas resultaron heridas en una estampida que se produjo tras la primera deflagración.

Diversas autoridades iraníes han responsabilizado de forma indirecta a Israel y EE.UU del ataque, quienes «albergan rencores contra Soleimaní y quienes han elegido vengarse sobre el pueblo, después de que varios de sus planes para desestabilizar el país fueron neutralizados».