Toni Blasco es el propietario de este Volkswagen Golf Cabrio GTI de 1990 que ha restaurado con sus propias manos y con mucho mimo | MIQUEL A CANELLAS

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Escuchando a Toni Blasco uno se hace una idea de lo importante que es para él tener un Golf Cabrio, tanto que incluso le ha inculcado esta pasión a su hijo Marc que, aunque aún no tiene carnet de conducir, ya tiene pensado poder conducir uno algún día. Para ello su padre ya ha puesto la semilla, pues le ha comprado uno de segunda mano que habrá que restaurar cuando el tiempo lo permita.

En cuanto a este Golf Cabrio GTI de 1990 que tiene, Toni nos cuenta que lo compró de segunda mano hace unos años. El motivo de su compra fue que hace quince años ya tuvo uno y asegura que durante el tiempo que lo condujo fueron los años más felices de su vida, conoció a su mujer y tuvo a su hijo, pero desgraciadamente cometió el error de venderlo, aunque se arrepintió rápidamente y por eso en cuanto vio la oportunidad de hacerse con uno no lo dudó ni un instante.

En cuanto al vehículo, se lo compró a un vecino de Consell, pero el coche ya tenía su historia, pues llegó a la Isla procedente de Burgos, aunque el coche está matriculado en Madrid. Nos cuenta que estaba en muy mal estado y hubo que trabajar duro para devolverlo a su estado original. Más de un año de trabajo le costó dejarlo tal y como está ahora, fueron horas que tuvo que quitar de su tiempo libre para ir poco a poco realizando los trabajos necesarios para restaurarlo, aunque al final nos comenta que tanto esfuerzo y sacrificio valió la pena, pues tiene un coche del que se siente orgulloso y con el que disfruta de su conducción.

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JOVEN MOTERO
Nos cuenta que su gran pasión por los cabrio viene de lejos. De joven eran un ferviente motero, ya que le gustaba y le sigue gustando la sensación que el viento produce en la cara cuando uno va sobre una moto, pero esto cambió cuando llegó la obligación de llevar casco y esa sensación de libertad desapareció, por lo que las motos dejaron de tener interés para él.

Por ello buscó otra forma de poder sentir el viento en la cara, pero dentro de la legalidad, y ahí fue donde descubrió los coches descapotables y desde entonces no puede vivir sin ellos.
Tanto es así que aunque está inscrito con unos amigos en un grupo de Golf Cabrio y realiza salidas con bastante frecuencia, no le es suficiente y por ello utiliza con frecuencia el Volkswagen descapotado, siempre que el tiempo lo permita, para ir al trabajo con la capota bajada para sentir esa sensación que tanto le gusta del viento en la cara.

Ahora su proyecto más inmediato es un nuevo cabrio que ha comprado para que su hijo lo pueda utilizar cuando tenga la edad y el carnet de conducir, pues se ha convertido en otro enamorado de este tipo de coches. Así que Toni podrá seguir disfrutando de su pasión por estos coches ayudando a su hijo a poner a punto su proyecto.

Por lo que respecta al coche, decir que la primera generación del Volkswagen Golf apareció en 1974 y estuvo vigente hasta el año 2010. La variante descapotable, llamada Golf Cabriolet, fue comercializada entre los años de 1980 a 1993. A lo largo de los años se fueron introduciendo modificaciones tanto en la estructura del vehículo como en diferentes componentes, entre ellos la capota, así como importante medidas para salvaguardar la integridad de sus pasajeros. El carrocero Karmann fue introduciendo modificaciones a lo largo de los años, lo que le ha permitido llegar a nuestros días como uno de los coches más admirados por sus entusiastas. Está claro que todavía le quedan muchos kilómetros que recorrer, pues son muchos los admiradores con los que cuenta este modelo, uno de los más populares de los que ha fabricado la marca alemana durante su historia más reciente y que sin duda tendremos ocasión de seguir viendo por nuestras carreteras.