Caamaño. El ministro dijo que era un gran día para la democracia - Archivo

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El Pleno del Senado aprobó ayer de manera definitiva la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que será publicada en los próximos días en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que entrará en vigor a los cuatro meses de dicha publicación, al rechazar las 88 enmiendas que se habían presentado.

La parte del texto que no contenía ninguna enmienda fue aprobada por 132 votos a favor (PSOE, Entesa, tres senadores de CiU, PNV, BNG, el representante del PSM-EN, dos senadores independientes de Navarra e Ibiza y uno de Coalición Canaria), 126 en contra (PP, tres parlamentarios de CiU y la representante de UPN, el del Partido Aragonés y otro de Coalición Canaria), y una abstención (CiU).

En esta votación, la parlamentaria del Partido Popular María Jesús Saínz García votó a favor de la ley por error, según informaron fuentes parlamentarias. Por otra parte, el senador socialista Diego García Caro, que se pronunció igual que el resto de su grupo respecto a todas las enmiendas, no votó el texto final de la ley, como así figura en las actas.

La aprobación definitiva llegó por la tarde. Por la mañana, el Pleno del Senado rechazó los tres vetos presentados por el PP, Unió y Unión del Pueblo Navarro (UPN) por una margen de entre cuatro y ocho votos. La propuesta de devolución del texto de los populares y de UPN fue rechazada por 134 votos en contra, 126 a favor y dos abstenciones. Por su parte, el veto de Unió fue rechazado por 132 votos en contra, 128 a favor y dos abstenciones.

Fuentes parlamentarias aseguraron que el Grupo Socialista ha trabajado intensamente estos días con senadores de distintas formaciones para posibilitar que la Ley fuera aprobada de forma definitiva en el Senado y evitar así que fuera ratificada en el Congreso de los Diputados.

Tras la votación se concentraron a la salida del Hemiciclo la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, quienes recibieron las felicitaciones y los aplausos de los parlamentarios socialistas.
La nueva ley permite abortar libremente en las 14 primeras semanas de gestación y hasta la 22 cuando se detecten graves peligros para la salud de la madre o malformaciones en el feto.

Uno de los puntos más polémicos, el de las menores, queda fijado de la siguiente manera: las chicas de 16 y 17 años que deben informar al menos a uno de sus padres o tutores legales su deseo de abortar, salvo que puedan alegar fundadamente que dicha comunicación pueda suponerles "un peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o se produzca una situación de desarraigo o desamparo", algo que para el PP "se va a convertir en un coladero".
En los pasillos de la Cámara Alta, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, consideró después de la aprobación de la Ley que "hoy es un gran día para todos y para la democracia", al tiempo que opinó que con su visto bueno en las Cortes "la sociedad española ha dado muestras de su profundo sentido de madurez democrática".