Moncloa. Zapatero y Montilla posan para las fotógrafos antes del inicio de la reunión en Madrid - Reuters

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El presidente de la Generalitat, José Montilla, pidió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "rehacer el pacto" político para "recuperar íntegramente" el Estatuto de Cataluña, recortado por el Tribunal Constitucional, por ello reclamó "gestos políticos", "actitudes y comportamientos" parar "reparar los daños" y el jefe del Ejecutivo se "ha comprendido este reto", zanjó Montilla. Por su parte, la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el Gobierno ve posible desarrollar "prácticamente todo" el Estatuto de Cataluña "sin ir más allá" de las líneas marcadas por el Tribunal Constitucional en su sentencia. "Les aseguro que eso cabe. Y estoy convencida de que eso va a producir esa recuperación de la confianza que se vio de alguna manera afectada por todo lo que se ha vivido estos cuatro años", remachó.

Para el presidente catalán, José Montilla, es momento de que las instituciones del Estado demuestren "un fuerte impulso político" porque sólo así se "podrá superar la desafección" de Cataluña hacia España y se logrará "rehacer el pacto estatutario y reforzar el pacto constitucional". Se trata de demostrar que España y Cataluña pueden "trabajar en un proyecto compartido basado en el respeto a la diversidad". "Yo creo que sí, pero las instituciones del Estado deben cambiar su actitud", advirtió.

En su comparecencia ante los periodistas, José Montilla no quiso concretar qué gestos políticos espera del Gobierno, cómo se traduce su reclamación, pero insistió una y otra vez en que "la tarea no puede limitarse" a modificar dos o tres leyes, acordar unos cuantos traspasos de competencias. También recalcó que "todo eso habrá de venir, pero hoy no era el momento ni de pactar un listado ni un calendario, no venia a eso hoy". Montilla reiteró que no acudió a La Moncloa para concretar un plan de trabajo sobre reformas legislativas y traspasos de competencias, aunque le entregó al Gobierno el informe encargado por la Generalitat a un grupo de expertos sobre las consecuencias normativas de la sentencia. Todas esas reformas pendientes servirán para demostrar el cambio de actitud que reclama Cataluña, según su presidente.

Pero "todo eso habrá de venir", reconoció. Montilla aseguró que en ese informe se incluye la posibilidad de aplicar el artículo 150.2 de la Constitución, que prevé el traspaso a las autonomías de competencias exclusivas del Estado, y que él no descartar tampoco en un futuro una reforma de la "arquitectura constitucional", que no es prioritaria, para abrir paso a un Estado federal que responda a las aspiraciones de autogobierno de Cataluña, porque "cerrar en falso un problema es peor que ningún remedio". En este punto, citó a Rodríguez Zapatero cuando afirmó que no se puede cerrar la boca a los ciudadanos de Cataluña. "Entre otras cosas -continuó Montilla--, porque somos una nación. No creo que la sociedad española pueda cerrar los ojos, sería no sólo cerrar la puerta a las legítimas aspiraciones de Cataluña, sino la constatación del fracaso de una España inclusiva y abierta".

La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega explicó que no se entró en cuestiones concretas -aunque recordó la posibilidad de reformar la Ley del Poder Judicial--, Gobierno y Generalitat acordaron hacer un "análisis conjunto" de los efectos de la sentencia y para el próximo otoño esperan tener fijadas las prioridades, el calendario y el "plan de trabajo" para ver qué aspectos del Estatut se pueden recuperar y de este modo dar "máxima rentabilidad, expansión, desarrollo" al Estatut.

La número dos del Ejecutivo insistió en que es posible un gran desarrollo del Estatuto autonómico por el "camino" que marcó el TC y sin salirse de sus "límites". Y respecto a la petición de gestos políticos para cerrar las heridas "intangibles", la vicepresidenta adelantó que eso se traducirá en "respeto, lealtad y colaboración", y en esa búsqueda de "fórmulas" que permitan desarrollar el autogobierno. Así, reconoció que en Cataluña hay "crispación" y "desafección" --pero las atribuyó a la "irresponsabilidad" del PP cuando recurrió el 'Estatut'-- y también "un sentimiento de frustración" con la sentencia. Parara repararlo, a su juicio, es necesaria "buena disposición" y voluntad de "evitar los malentendidos".

"Gestos políticos hay muchos para poder hacer y el Gobierno está dispuesto, son buenos porque van a componer un entendimiento querido, deseado y necesario", recalcó De la Vega.