Zapatero. El presidente en una intervención en el Congreso - Reuters

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó ayer que la "idea" del Ejecutivo es pedir "nuevos esfuerzos" a los ciudadanos con alta capacidad económica en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2011, en alusión a un eventual incremento del tramo del IRPF o la creación de un nuevo impuesto para 'ricos'. Además, negó que el Gobierno vaya a incrementar la presión fiscal vía Impuesto de Sociedades.
"Si hay que pedir nuevos esfuerzos a los españoles lo haré, lo haré en los PGE (...). La idea del Gobierno es que esos esfuerzo van a ser para aquellos con alta capacidad económica", se mostró tajante Zapatero en el Pleno del Congreso a una pregunta del líder del PP, Mariano Rajoy, a quien pidió su apoyo para aprobar esta iniciativa. Así, Rajoy reprochó al presidente el recorte de su política social con la rebaja del sueldo de los funcionarios y la supresión del 'cheque bebé', y le volvió a acusar de "falsedad". "Su política social se resume en que cuando llegó al Gobierno el paro era del 10 por ciento y ahora es el doble", cargó.

Ante tal acusación, Zapatero recordó que el Ejecutivo que preside aumentó el gasto social en un 50 por ciento desde que llegó a La Moncloa en 2004 y se congratuló de hacerlo "incluso en una crisis tan grave". "Sí, hemos pedidos esfuerzos a los ciudadanos, especialmente a una parte, para cumplir con objetivos de austeridad y ahorro", admitió el presidente, que reafirmó el rumbo de la política económica del Gobierno: "Austeridad y reformas serán objetivos de los PGE".

Por último, el líder popular preguntó al presidente si el Gobierno respetará dos resoluciones aprobadas esta semana en el último Debate sobre el estado de la Nación para dar marcha atrás la congelación de las pensiones en 2011 y al recorte de ayudas por hijo a cargo, a lo que Zapatero respondió: "Tengo una misión distinta de la política, si me tiene que costar los esfuerzos para salir de la crisis, algo me costará", afirmó.

Asimismo, Zapatero aseguró que el Ejecutivo "no tiene en su planteamiento incrementar la presión fiscal" a través del Impuesto sobre Sociedades tras unos años de "mejora y reducción fiscal" para las empresas que tiene "intención de mantener", aunque no se mostró partidario de nuevas rebajas. "Esto es lo que ha hecho el Gobierno y esa es la intención que mantiene, de apoyar fiscalmente a las empresas para que generen actividad económica y generen empleo", aseguró durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en respuesta al portavoz adjunto de CiU, Josep Sánchez Llibre, quien le reprochó los "globos sonda" en materia de incrementos impositivos que crean inseguridad y desconfianza a los inversores.

No obstante, ante la petición de CiU de que Zapatero se tome la política fiscal como "base de crecimiento" y no sólo como recaudación, contemplando "rebajas selectivas" a las empresas, el jefe del Ejecutivo le recordó que el tipo efectivo en España está en el 20 por ciento. Zapatero pidió "reconocimiento" a CiU por la que ha sido "la etapa de más apoyo fiscal a empresas vía impuesto de Sociedades" tras reducirlo del 35 por ciento al 30 por ciento en 2007, en cinco puntos para las pymes que crean o mantengan empleo en 2010, libertad de amortización en 2011 y 2012, creación de un régimen ventajoso para empresas que inviertan en activos inmobiliarios destinados al alquiler del 19 por ciento o incentivos a I+D+i.