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El Estado registró un déficit de 38.765 millones de euros entre enero y noviembre, el 3,68 por ciento del PIB, frente al saldo negativo de 71.525 millones registrado en el mismo periodo de 2009, lo que supone una reducción del 45,8 por ciento, según ha avanzado el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 162.125 millones de euros, un 4 por ciento menos que hace un año, y de unos ingresos de 123.360 millones, un 26,8 por ciento más. Ocaña ha asegurado que los datos permiten decir que el Estado cumplirá con la previsión incluida en el programa de estabilidad.

El déficit del Estado cae un 45,8 por ciento hasta noviembre y se sitúa en 38.765 millones, el 3,68 por ciento del PIB. En términos de caja, una metodología contable que anota los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado, el déficit del Estado ascendió a 43.047 millones de euros en los once primeros meses del año, frente al saldo negativo de 68.509 millones registrado en el mismo periodo del año anterior.

Ocaña ha asegurado que los datos permiten decir que el Estado, a falta de un mes para cerrar el ejercicio presupuestario, cumplirá con la previsión incluida en el programa de estabilidad, ya que el déficit actual se sitúa casi tres puntos por debajo de lo establecido para el conjunto del año (6,7 por ciento). "El déficit evoluciona según lo previsto", ha señalado Ocaña, tras destacar el "enorme esfuerzo" llevado a cabo por todas las administraciones para cumplir una senda de consolidación "larga".

"Queda mucho camino por delante, pero los datos confirman que tomando las medidas adecuadas el déficit se reduce", ha indicado el secretario de Estado confiando en que los datos sirvan para generar confianza en el cumplimiento de la senda de consolidación en los próximos años, al tiempo que ha destacado la necesidad de seguir en la línea de reformas de este año "lejos de relajarse".

De cara al mes de diciembre, Ocaña ha adelantado que el gasto será mayor, aunque ha insistido en la capacidad de la Administración central para cumplir con las expectativas de cierre del año y de hacerlo "con holgura", gracias a unos ingresos que evolucionarán mejor de lo previsto y permitirán compensar cualquier desviación que se pueda producir en las otras administraciones.

Hasta noviembre, los ingresos no financieros totales ascendieron a 162.947 millones, lo que supone un incremento del 8,1 por ciento respecto al mismo periodo de 2009. Los ingresos impositivos, que suponen el 92 por ciento del total, crecieron por noveno mes consecutivo un 11,1 por ciento.