madrid. Dos camareros fuman fuera de su lugar de trabajo - REUTERS

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Las asociaciones de consumidores han comenzado a recibir quejas de ciudadanos por incumplimientos de la ley en establecimientos hosteleros, aunque en la mayoría de los casos no se han plasmado en denuncias formales.

En el primer día laborable de la entrada en vigor de la ley, que prohíbe fumar en todos los lugares públicos cerrados, la organización de consumidores FACUA asegura que recibió más de 300 quejas. Esta organización es la única que ha presentado una denuncia contra un bar de Sevilla que no ha puesto carteles con la prohibición, han informado sus responsables.

Fuentes de la Confederación Estatal de Consumidores y Usuarios (CECU) han señalado a Efe que han recibido algunas quejas de ciudadanos tras comprobar que se estaba fumando en bares de Madrid, pero tampoco se han traducido en denuncias.

Otras asociaciones de usuarios como la UCE no han recibido hasta el momento ninguna queja.

Pese a estas denuncias aisladas, la normalidad se impuso el primer día laborable de aplicación de la nueva ley que prohíbe fumar en todos los establecimientos públicos cerrados, y sólo las situaciones anecdóticas o los despistes han interrumpido esa normalidad.

Los empresarios de la hostelería, el sector más beligerante en contra de la nueva regulación del consumo de tabaco, subrayaron que la ley se está cumpliendo de forma generalizada, salvo casos puntuales, y ha apuntado que en algunos casos los dueños de los establecimientos han tenido que avisar a la Policía de esos incumplimientos.

Pero en general, las nuevas imposiciones se están cumpliendo en todos los establecimientos hosteleros, según testimonios de empleados del sector, que han apuntado que sí se están registrando incidencias aisladas cuando algún cliente enciende instintivamente el cigarrillo.

Sin embargo, apenas hay resistencia a apagarlo cuando se les recuerda que ya no se puede fumar.