CONCENTRACIÓN. Los manifestantes realizaron un simulacro de accidente nuclear - Reuters

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Cientos de personas –entre 300 y 400 según la Coordinadora contra Garoña– se concentraron ayer ante las puertas de la central nuclear de Santa María de Garoña, sita en el Valle de Tobalina (Burgos), para exigir el "cierre inmediato y urgente" del reactor por considerar que ya ha cumplido su vida útil y que no da suficientes garantías de seguridad.

Los manifestantes, que portaron una pancarta con 'Garoña ni un día más', se dieron cita ante la central nuclear en torno a las 12.30 horas de ayer y, tras leer un comunicado por el cierre del reactor burgalés, realizaron un simulacro de accidente nuclear con botes de humo, mascarillas, una alarma y gente tendida en el suelo.

Tras recordar que la central nuclear de Santa María de Garoña es la más antigua de España, los manifestantes advirtieron del "gran riesgo" que supone su mantenimiento en el tiempo ya que, según alertaron, los reactores nucleares están expuestos a muchas causas de riesgo como un terremoto, como ha ocurrido en Japón, un accidente o un fallo humano. Por ello, han abogado abogaron a nueva era sin nucleares.

Para Alfonso Riboto, uno de los portavoces de la Coordinadora contra Garoña, no se puede apelar a que en España no va a haber terremotos como en Japón como argumento para mantener abierta la central burgalesa.