bernanke. El presidente de la Reserva Federal, en el Senado - Reuters

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El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, advirtió ayer que la suspensión de pagos "no es una opción" para EE.UU., después que Moody's y China lanzaran advertencias sobre el crédito del país y mientras continúa la puja política en torno al incremento del límite de empréstito nacional.

Según fuentes políticas, el presidente de EE.UU., Barack Obama, considera llevarse a Camp David -el retiro presidencial donde se han negociado cruciales acuerdos de paz- a los dirigentes del Congreso con los cuales no se pone de acuerdo sobre el aumento de la deuda y la simultánea reducción del déficit.

Durante la segunda jornada de su presentación semestral sobre la política monetaria, Bernanke enfatizó ante el Comité de Banca del Senado que "la calificación de crédito es un símbolo de una reputación muy importante para Estados Unidos".

"Debe eliminarse cualquier noción de que la Reserva, de algún modo, pudiera contrarrestar los efectos de una cesación de pagos", dijo Bernanke, y advirtió, en cambio, que "una cesación de pagos contrarrestará todo lo que hemos estado haciendo para estimular la economía, y subirá los tipos de interés".

La agencia calificadora de crédito Moody's está revisando la clasificación de los bonos del Tesoro de EE.UU, que desde 1917 gozan de la máxima nota, AAA, para una posible degradación ante la posibilidad de que el Congreso no aumente antes del 2 de agosto la capacidad de endeudamiento del Gobierno, y este tenga que suspender ciertos pagos.

Standard & Poor, por su parte, indicó a legisladores y grupos empresariales que podría bajar la calificación del crédito de EE.UU. si el Gobierno suspende algunos de sus pagos, incluidos los del Seguro Social, aunque siguiera pagando los intereses de su deuda.

En Pekín, un portavoz gubernamental instó al gobierno de EE.UU. a que adopte "políticas responsables y medidas que garanticen los intereses de los inversionistas".

China es el mayor acreedor de Estados Unidos. La calificadora china Dagong Global Credit Rating también avisó de una posible degradación del crédito del país norteamericano.

Bernanke y los senadores que lo interpelaron dedicaron buena parte de la audiencia de dos horas y 17 minutos a las consecuencias de una suspensión de pagos, que ocurrirá si el Congreso no autoriza antes del 2 de agosto el incremento del endeudamiento, limitado ahora a 14,29 billones de dólares.

"El Congreso debe dar todos los pasos posibles que eviten una suspensión del pago de la deuda o la mera impresión de que pueda producirse", dijo el presidente del banco central.

Obama y los líderes del Congreso siguen discutiendo el asunto: los republicanos que tienen mayoría en la Cámara de Representantes condicionan su aprobación del aumento de la deuda a más recortes en los gastos del Gobierno.

El presidente, por su parte, busca reducciones del déficit -que este año llegará a unos 1,6 billones de dólares- mediante cortes de gastos, pero también aumentos de los ingresos, algo que muchos republicanos han jurado -literalmente- que no apoyarán.

Si Estados Unidos cesara en los pagos de sus compromisos y deudas, según Bernanke, habría un aumento de los tipos de interés de la deuda, lo que repercutiría sobre los tipos de los créditos, las hipotecas, y aumentaría el déficit fiscal.

Una cesación de pagos, agregó, el presidente de la Reserva Federal llevará a "recortes en los pagos a cualquier persona que perciba beneficios sociales, en los pagos de servicios y de los sueldos de las Fuerzas Armadas".

"Todo ello frenará la actividad económica y, seguramente, empeorará la situación del mercado laboral", según Bernanke. "Con un aumento de las tasas de interés las empresas tendrán menos disposición a contratar nuevos empleados y si el Gobierno corta un 40 por ciento de sus pagos habrá una eliminación de empleos".