ordóñez. El gobernador no cree necesarios aumentos de capital - Reuters

TW
0

Sólo ocho entidades europeas de noventa suspendieron las pruebas de estrés que coordinaba la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).

Entre las ocho que no llegaron al ratio de capital 'core Tier 1' del 5 por ciento en el escenario adverso establecido para 2012 hay una austriaca, dos griegas y cinco españolas. Catalunya Caixa, Banco Pastor, Unnim, Caja 3 y CAM necesitarían una inyección de 1.564 millones de euros para alcanzar el mínimo. No obstante, las aludidas y el Gobierno insisten en que aprobarían si se tuviesen en cuenta otras medidas mitigadoras, como las provisiones genéricas o las convertibles. De hecho, Elena Salgado, vicepresidenta económica, afirma que "ninguna entidad ha suspendido" y que el resultado de los tests es "excelente".

Controversia en los resultados de las pruebas de estrés. Según los criterios de la EBA, Catalunya Caixa, Banco Pastor, Unnim, Caja 3 y CAM no alcanzan el ratio de capital 'core Tier 1' del 5 por ciento y, por lo tanto, están suspensas. Junto a ellos, los griegos Atebank y Eurobank EFG y el austriaco Volksbanken.
De acuerdo con la institución, los ocho suspensos necesitarían 2.500 millones de euros; 1.564 serían para los españoles y, de ellos, 947 para la CAM en particular.

La Caja Mediterránea es la peor parada en el examen europeo; alcanza el 3 por ciento, frente al 3,8 por ciento que tenía al cierre de 2010.

Según el examen, el Banco Pastor, obtiene en el escenario adverso para 2012 un porcentaje del 3,3 por ciento, aunque partía de un 7,6 por ciento. Necesitaría 317 millones de euros. Caja 3 (Caja Badajoz, CAI de Aragón y Caja Círculo de Burgos) cerró 2010 con un ratio del 8,6 por ciento, pero las estimaciones reducen el porcentaje al 4 por ciento. La EBA dice que necesita 140 millones.

Unnim agrupa Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu y obtiene un ratio del 4,5 por ciento. El 31 de diciembre del año pasado, registraba un 6,3 por ciento y ahora precisaría 85 millones de euros. La otra entidad catalana, CatalunyaCaixa, necesitaría 75 millones, porque, según la EBA, llega al 4,8 por ciento, aunque clausuró 2010 con un 6,4 por ciento.

Los suspensos tienen hasta el 15 de octubre para presentar un plan de recapitalización y hasta finales de año para aplicarlo, según explicó Andrea Enria, presidente de la EBA. Estos planes deberán dar prioridad al sector privado, aunque los ministros de Economía de los 27 se han comprometido a acudir al rescate de quienes no logren fondos en los mercados.

Las subvenciones públicas a la banca deberán respetar las normas de la Unión Europea (UE) sobre ayudas de Estado, lo que significa que las entidades beneficiarias deberán reestructurarse y reducir su tamaño.

Para los bancos que están cerca del 5 por ciento, la EBA recomienda que los supervisores nacionales les obliguen a adoptar medidas para reforzar su capital; por ejemplo, restricciones a los dividendos, ampliaciones de capital o actuaciones para reducir el apalancamiento. Estas entidades tendrán un plazo más holgado. La Autoridad revisará todas las medidas entre agosto y diciembre y publicará informes sobre su aplicación entre febrero y junio de 2012.

A pesar de lo que diga la institución, el Gobierno y las entidades españolas aludidas insisten en que sí han aprobado. Sus argumentos se basan en que la EBA no tuvo en cuenta otras medidas mitigadoras reconocidas a la hora de hacer sus exámenes, como las provisiones genéricas o las convertibles.

Si así hubiese sido, la CAM habría alcanzado un 'core Tier 1' del 5,1 por ciento; el Banco Pastor, del 5,6 por ciento; Caja 3, del 6,6 por ciento; Unnim, del 6,2 por ciento; y CatalunyaCaixa, del 6,3 por ciento. Esto le vale a Salgado para afirmar que "ninguna entidad ha suspendido" y que el resultado de los exámenes es "excelente".

La vicepresidenta apoya sus palabras en este razonamiento: "La pregunta relevante y la respuesta relevante es ¿necesitan estas entidades más capital? Si la respuesta es no, lo llamemos como lo llamemos, no han suspendido".

La socialista criticó la decisión de la Autoridad de no valorar estos factores, pero confía en que los inversores sí los tengan en cuenta.