Ejército. Un soldado israelí camina en la frontera de Gaza - Reuters

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El brazo armado del movimiento islamista Hamás se desvinculó ayer del acuerdo de tregua alcanzado con Israel tras la operación Plomo Fundido, mientras siguen los ataques de la aviación israelí en Gaza y de las milicias palestinas en el sur de Israel.

"No hay más tregua con el enemigo", informaron los Batallones Azedin al Qasam en un breve comunicado difundido por una emisora del movimiento, Al Aqsa (Jerusalén).
El mensaje explica la decisión tomada en la continuación de las "masacres israelíes injustificadas contra el pueblo palestino", alusión a la oleada de bombardeos aéreos en Gaza tras los atentados del jueves en los que murieron ocho israelíes.

También invita a cualquier grupo armado a responder a los ataques, en principio sin mencionar si ello incluye a posibles milicianos en Cisjordania o sólo a los de Gaza.
"(Al Qasam) insta a todas las facciones a responder a los crímenes de la Ocupación (Israel)", sostenía la nota leída por la emisora y citada por la agencia Maan.

En las últimas horas los bombardeos israelíes sobre la franja han continuado y causado la muerte de otros tres palestinos, informó ayer la agencia Wafa, por lo que el número de muertos en Gaza ascendió a catorce.

Los tres, civiles, murieron a última hora del viernes en el centro de la franja en un ataque contra un vehículo civil. Entre las víctimas hay un niño de 5 años y un médico, según la otra agencia palestina, Maan.

Israel efectuó ayer al menos otros seis bombardeos que dejaron un número indeterminado de heridos.

El recuento de víctimas en el lado palestino asciende a seis el jueves, entre ellos cinco milicianos y un niño de dos años; y ocho el viernes, entre estos últimos tres milicianos y cuatro civiles (dos menores y dos adultos). Queda por identificar uno de los muertos del último ataque.

A pesar del anuncio durante la madrugada de ayer, las milicias palestinas ya habían disparado más de veinte cohetes y proyectiles de mortero entre el jueves y viernes, y en total más de 40 desde los atentados.

Ayer por la mañana tres obreros palestinos que se hallaban en la ciudad israelí de Ashdod de forma ilegal resultaron heridos, uno de gravedad, por uno de esos cohetes.

Otros proyectiles cayeron ayeren los términos municipales de Beer Sheva, capital del desierto del Negev, en Beer Tuvia, Eshkol, Shaar Hanegev y Ashkelón.

El anuncio de los Batallones Azedin al Qasam contrasta con otras informaciones acerca de que el primer ministro de Hamás, Ismail Haniye, ha contactado con representantes de la ONU, la Liga Arabe y Egipto para tratar de relajar la tensión en la zona.

Aunque rota esporádicamente estos últimos dos años, la tregua fue alcanzada en enero de 2009 tras la operación israelí Plomo Fundido en la franja de Gaza, en la que murieron unos 1.400 palestinos y 13 israelíes.

El Gobierno israelí decidió el jueves, en una reunión extraordinaria tras los atentados, que aunque era necesaria una respuesta no estaba interesado en una escalada de violencia, y un día después activaba su diplomacia para tratar de devolver las aguas a su cauce con la ayuda de Egipto y EEUU.

El embajador egipcio ante la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Othman, reveló ayer de forma oficial que existen contactos para que cese la espiral de enfrentamientos.