Trípoli. Un rebelde se hace una foto souvenir en el "guante de oro" donde Gadafi hacía sus discursos - Reuters

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El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdel Jalil, ofreció ayer una amnistía a cualquiera del entorno que capture o mate al líder libio, Muamar Gadafi.Asimismo, Abdel Jalil indicó que un empresario de Benghazi, donde tienen su bastión los rebeldes en el este del país, ofrece una recompensa de 2 millones de dinares libios (unos 1,3 millones de dólares) por la captura de Gadafi, si bien no quiso dar su nombre.

A pesar de que ha perdido el control de la capital del país, Trípoli y de más del 90 por ciento del territorio nacional, el coronel libio Muamar el Gadafi se mostró dispuesto a seguir plantando cara a las fuerzas rebeldes.

"Victoria o muerte" declaró Gadafi la noche de ayer a una radio local libia después de que los insurgentes tomaran la residencia cuartel del coronel en el barrio tripolitano de Bab Al Aziziya, un símbolo del régimen que Gadafi forjó a su imagen y semejanza.

A pesar de haber pedido el control, de no tener los medios de información estatales a su alcance, el huido dirigente logró contactar con una emisora de la capital y con un canal sirio para instar una vez más a sus seguidores a continuar la lucha.

En unas declaraciones al canal internacional de televisión sirio Al Rai, el dirigente aseguró que "la misión de los habitantes de Trípoli es purgar su ciudad" de insurgentes, a los que calificó, como es habitual, de ratas y de trabajadores a sueldo de los colonizadores.
"Los jóvenes de Tayura, Suk el Yuma y los comités revolucionarios, todos deben luchar contra los traidores, es su deber", dijo Gadafi al canal sirio Al Rai, que en su página web aseguraba que estas palabras fueron realizadas vía telefónica desde Trípoli, aunque no precisó el lugar.

Asimismo, el líder libio quiso restar importancia a la pérdida del complejo militar de Bab al Aziziya asegurando que se debió a un "movimiento táctico" y que después de los bombardeos de la OTAN, el palacio carecía de importancia para él.

Sus palabras, entrecortadas y en algunos momentos interrumpidas por el ruido de aviones, parece que han surtido efecto, al menos momentáneo, en las tropas que aún se mantienen fieles a quien fuera líder del país durante cuatro décadas.

Tras sus dos intervenciones, al menos 70 proyectiles fueron lanzados por brigadas gadafistas contra objetivos rebeldes en la capital, según informó el canal de capital saudí Al Arabiya, y en distintas zonas del sur de Trípoli continúan latentes varios focos de resistencia.

Además, el avance rebelde en el este del país, que se había acelerado tras la caída de Trípoli, ha sido detenido por fuerzas leales al coronel a la entrada de Ben Yawad, 160 kilómetros al este de Sirte, ciudad natal de Gadafi.