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Un testigo que paseaba con su perro el pasado sábado en el parque Cruz Conde de Córdoba, cuando desaparecieron dos hermanos de 2 y 6 años, se personó ayer en la comisaría y aseguró que el padre se le acercó con la cara "pálida" para preguntarle si había visto a los niños.

Mario González, que así se llama el testigo, manifestó a los periodistas, antes de declarar ante la Policía, que el día del suceso el padre estaba "nervioso y con la cara desencajada".

"Estaba blanco y pálido", subrayó González, mientras que incidió en que el padre les dijo que "había ido un momento al coche y luego los niños se le perdieron", un encuentro que habría tenido lugar sobre las 18.30 horas del pasado sábado.

Media hora después de la aparición de dicho testigo llegaba en taxi a la misma comisaría el padre de los dos hermanos para, según fuentes cercanas a la investigación, tratar de cotejar la versión y confirmar la declaración de González.

El padre de los menores se personó voluntariamente en la dependencias policiales y siempre en calidad de denunciante, según precisaron a Efe dichas fuentes.

Por otro lado, las investigaciones sobre la desaparición de los niños, coordinadas y dirigidas de forma conjunta por la Comisaría de Córdoba, la Jefatura Superior de Policía de Sevilla y la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), se han reforzado en los últimos días con agentes llegados desde Madrid.

Al operativo, según fuentes de la Dirección General de la Policía, se ha sumado una médico antropóloga de Policía Científica, mientras que el comisario de la Policía Judicial de Sevilla, Manuel Piedrabuena, que ha colaborado en las pesquisas, ha regresado a la capital hispalense.