Iñigo Urkullu expresó al lendakari Patxi López las demandas del partido nacionalista - Reuters

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"No es una exigencia", sino "una reflexión". El PNV quiere que el lehendakari, Patxi López, evalúe "las circunstancias en las que llegó" a su cargo "y las compare con la situación actual, condicionada por la presencia de la izquierda abertzale, que no cuenta con una formación política", después del anuncio del cese de la actividad etarra. Al hilo de eso, reclamó la legalización de Sortu y pidió que se tome la Declaración de Aiete como hoja de ruta para un futuro en el que los jeltzales derogarían la Ley de Partidos y procederían al acercamiento de presos y a la revisión de las leyes penales. El socialista contestó que entrará en el posterrorismo buscando "la máxima unidad" y "puntos de acuerdo con las fuerzas políticas y sociales".

El PNV no plantea una "exigencia" de adelanto electoral, sino una "reflexión". Iñigo Urkullu, presidente de la formación, cree que López debería evaluar "las circunstancias en las que llegó a ser lehendakari" y compararlas "con la situación actual, condicionada por la presencia de la izquierda abertzale, que no cuenta con una formación política". "Creo que, como paso a una normalización, la convivencia política, también en las instituciones, debe ser reflejo de la existencia de diferentes sensibilidades ideológicas".

Por tanto, solicitó la legalización de Sortu; los nacionalistas vascos creen que se dan las circunstancias necesarias para ello. Lo hizo este lunes, en una reunió en la Lehendakaritza que dio el pistoletazo de salida a la ronda de contactos del presidente vasco, después del anuncio de cese definitivo de la violencia etarra. Urkullu hizo saber al socialista que los suyos apuestan por tomar la Declaración de Aiete como hoja de ruta para este futuro que se plantea. ETA dio el primer paso al declarar que acabaría con la actividad delictiva; los jeltzales creen que ahora hay que trabajar para cumplir los demás puntos. Urkullu pide que los gobiernos "avancen en la eliminación de las medidas de excepcionalidad". Es decir, que deroguen la ley de partidos, revisen la legislación penal y la doctrina Parot y acaben con la política de alejamiento de presos.

El líder nacionalista vasco apuesta por una política penitenciaria "flexible" en la que los encarcelados de ETA tengan acceso a los beneficios penitenciarios del resto de reclusos. Desde su punto de vista, aunque no se debe de caer en el "error" de la "desmemoria", "es posible" una política penitenciaria que no sea "un castigo" para los familiares de los presos y que incluya "medidas personalizadas" para casos excepcionales, como la enfermedad.

El PNV transmitió a Patxi López su apuesta por trabajar con el resto de formaciones en "un formato de diálogo" entre las fuerzas políticas vascas: "Queremos trabajar con discreción y dar pasos para normalizar la relación entre sensibilidades ideológicas". No obstante, Urkullu puntualizó que los suyos no están de acuerdo con poner en marcha una mesa al margen de las instituciones.

Los nacionalistas apuestan por "profundizar desde el consenso" en la política de "reconocimiento, asistencia y memoria a las víctimas, tanto del terrorismo como de intencionalidad política". Urkullu subrayó que es "imprescindible y urgente" que la izquierda abertzale se comprometa con "el reconocimiento a las víctimas y el daño causado".