cumbre. Zapatero, entre Evo Morales, y el Rey de España - Reuters

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El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer de "muy malo" el último dato de paro y lo achaca a la crisis de las deudas soberanas europeas, no a factores internos, por lo que confió en que los últimos acuerdos de Bruselas y el G20 permitan superar la situación.

En rueda de prensa en Asunción, donde participa en la XXI Cumbre Iberoamericana, Zapatero mostró su "profunda preocupación" por la encuesta de población activa (EPA) del tercer trimestre del año, según la cual el número total de parados roza ya los cinco millones.
"Me siento el principal responsable, lo he dicho en más de una ocasión; esta crisis ha tenido un efecto extraordinariamente negativo en los datos del paro; soy muy consciente de la zozobra, de la inquietud, de la preocupación, cuando no de la angustia que puede tener numero muy elevado de personas ante las expectativas de empleo", aseguró.

Pero quiso dejar claro que el crecimiento del paro se debe en buena medida a la agudización de la crisis en la zona euro en el mes de julio, cuando se detuvo "de manera radical" el "crecimiento lento" que hasta entonces experimentaba el país. En el verano se ha registrado una "vuelta atrás" de la "lenta recuperación que vivía España y "no por factores" internos, aseguró.

En este contexto, confió en que los acuerdos cerrados el miércoles en Bruselas despejen las dudas que persisten sobre la situación de Grecia y su efecto contagio y se pueda restaurar la confianza necesaria para que al Estado, a las empresas y a los ciudadanos les cueste menos financiarse.

"No habrá recuperación del crecimiento y del empleo si no logramos la estabilidad en la zona euro, en los mercados, en la deuda soberana, y eso va a depender del efecto del acuerdo del miércoles y de la reunión del G20", que celebra su cumbre la próxima semana en Cannes (Francia).

Ante el mal dato del paro, el esfuerzo inmediato del Gobierno, según dijo Zapatero, está dirigido a mantener altos los niveles de protección a los desempleados para mantener al máximo la cohesión social cuando se atraviesa "la crisis más dura desde hace ochenta años".

Volvió además a reclamar a las economías más potentes que pongan en marcha planes de estímulo fiscal para que la economía mundial recupere un ritmo de crecimiento suficiente como para crear empleo.

Economías como la española, recordó, tienen que ser coherentes con la reducción del déficit y la consolidación fiscal.