El secretario general del PSOE se mostró ayer optimista ante el futuro del partido - Reuters

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El presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió en el comité federal de su partido errores de gestión y de comunicación en la crisis económica. Una crisis a la que achacó la derrota en las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, de las que considera que el PSOE sale "herido". Sin embargo, aseguró que hizo lo necesario "porque no había otra alternativa" y ve "difícil" imaginar un escenario más adverso para llevar a cabo una campaña electoral. Zapatero también dirigió su mirada al futuro más próximo del partido que pasa por el Congreso del mes de febrero y pidió un "debate robusto" y la "libre elección democrática de la dirección".

"Herido". Así es como el presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó la situación del Partido Socialista tras la derrota en las pasadas elecciones generales del 20 de noviembre. La "persistencia" de la crisis y las "dudas" de que se vaya a salir de ella han llevado a los ciudadanos, a su juicio, al "cambio por el cambio".

Zapatero reconoció que se trata de un tiempo particularmente difícil para el Partido Socialista, pero dejó claro que eso no merma su confianza en la formación y recordó que la historia de los socialistas se construye con "victorias y derrotas".

En su opinión, los malos resultados cosechados se deben a las "consecuencias adversas de la crisis", de la que dijo que es "muy intensa y muy cambiante", la "peor" en décadas y probablemente, apuntó, nunca se vuelva a conocer otra peor.

Sin embargo, Zapatero no quiso eludir la "autocrítica" por respeto "a los ciudadanos" y a ellos mismos y reconoció, en el comité federal del PSOE celebrado en la sede de Ferraz, errores de gestión y comunicación en la crisis económica, pero insistió en que hizo lo necesario "porque no había otra alternativa" a la vez que apuntó que evitaron que "ocurriera lo que en otros países que han perdido autonomía interna".

El jefe del Ejecutivo en funciones añadió incluso que estos errores también pueden estar en razones "menos coyunturales" y por ello, pidió a sus compañeros hacer la "autocrítica" con "buena disposición y coraje intelectual".

A su juicio, la desafección de los ciudadanos hacia el PSOE se inició en mayo de 2010 cuando apareció la primera crisis de deuda soberana y que obligó a adoptar medidas impopulares, con importantes recortes de gasto, y reconoció que "seguramente no acertamos a dar una explicación en un discurso global y coherente" de lo que se vieron obligados a hacer.

Zapatero alegó que es "difícil imaginar un escenario más adverso" para realizar una campaña electoral, teniendo en cuenta además, que la UE no ha sido capaz de encontrar una solución estructural al problema de la deuda. Pidió responsabilidad al PSOE desde la oposición porque la situación económica de España todavía es muy grave.