Comparecencia. Rajoy y Monti durante la rueda de prensa de ayer - Reuters

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que no habrá tensión social si el Ejecutivo es "justo" y explica bien a los ciudadanos las razones por las que debe tomar algunas medidas económicas. Según recalcó el Gobierno no toma decisiones "para fastidiar a nadie".

"Lo único que puedo decir es que España y el resto de Europa en este momento necesita moderación, sensatez, equilibrio, y que los Gobiernos tomen decisiones pensando en el medio y largo plazo y en el interés general. Y también es obligado que los Gobiernos expliquemos el por qué de nuestras decisiones", declaró Rajoy en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Mariano Monti.

En línea con esa necesidad de hacer pedagogía que defendió, recordó que su Ejecutivo ha tomado en estos dos meses decisiones que afectan "a mucha gente", desde las organizaciones sindicales y empresariales, hasta las compañías eléctricas, los funcionarios o los bancos.

E insistió en que no habrá reacción social si las medidas que están tomando "son percibidas" por la gente como "justas", sin que "perjudiquen" a unos u otros. "Si somos justos, si somos equitativos, estoy convencido de que no se va a producir tensión social", apostilló.

El jefe del Ejecutivo reconoció que el pasado domingo ya se produjeron en toda España manifestaciones contra la reforma laboral promovidas por los sindicatos pero recalcó que esa reforma es la que "necesita" el país. "Tengo que decir que las respeto --las movilizaciones-- pero sinceramente esta reforma laboral es la que necesita España", proclamó.

Según añadió, ni su Gobierno ni el de Mario Monti toman decisiones "para fastidiar a nadie", sino para que "las cosas mejoren y para preparar un mejor futuro". "Por tanto, no tengo temor a que se pueda producir una situación fuera de lo normal porque creo en la madurez, en el equilibrio y en la sensatez del pueblo español", concluyó.

El primer ministro italiano, que se sumó a esta última frase de Rajoy, destacó que los sistemas políticos están dando prueba de "una gran madurez" porque lo que está "en juego" es el bienestar colectivo.

Monti admitió que han solicitado "sacrificios de modernización" y, por lo tanto, disponibilidad para cambiar los comportamientos adquiridos tanto por una parte como por la otra.