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Los datos económicos siguen sin ser nada halagüeños para España, que continúa registrando números rojos. La economía española entró en recesión en el primer trimestre del año al registrar una caída del PIB trimestral del 0,4 por ciento, según las estimaciones del Banco de España recogidas en su boletín económico de abril.

La entidad también prevé que la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente a este periodo, y que se conocerá este viernes, arrojará una tasa de paro en el entorno del 24 por ciento. Mientras, la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, certificó ayer que el déficit público español de 2011 ascendió al 8,5 por ciento del PIB, el tercero más alto de la UE.

La Comisión ha vuelto a pedir al Gobierno que aplique "rápidamente" la nueva ley de estabilidad presupuestaria, si bien ha eludido pronunciarse sobre si propondrá sanciones contra España por dicho desvío.

Además de la entrada en recesión, que presenta "ciertos riesgos a la baja" de cara a los próximos trimestres por los "posibles avatares" de la crisis de deuda, el Banco de España ha estimado que el PIB se contrajo un 0,5 por ciento en tasa interanual durante el primer trimestre del año. Esto acabaría con una racha de siete trimestres consecutivos de subidas interanuales.

En el cuarto trimestre de 2011, la economía española se contrajo un 0,3 por ciento en tasa intertrimestral, por lo que la caída del 0,4 por ciento esperada por el Banco de España supondría la vuelta de España a la recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo).

La entidad que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez relata que algunas de las causas de este nuevo deterioro de la economía española se deben buscar en las medidas de ajuste, aunque insiste en que es "prioritario" recuperar la confianza de los mercados.

En su informe, el banco emisor también precisa que este comportamiento del PIB en el primer trimestre fue consecuencia de un empeoramiento de la demanda nacional y de la aportación de la demanda exterior. Según indica, la "debilidad" del consumo interno se debe al deterioro de la situación del mercado laboral, del efecto del aumento de los tipos del IRPF, de la disminución de la riqueza y, en general, del clima de mayor incertidumbre.

En cuanto al empleo, el Banco de España señala que volvió a descender "con intensidad" en el primer trimestre del año, con un retroceso interanual "próximo al 4 por ciento". También prevé que, a tenor de los datos de paro registrado, la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente a este periodo, que se conocerá este viernes, arrojará una tasa de paro en el entorno del 24 por ciento, frente al 22,8 por ciento registrado a finales de 2011.

Por el momento, el Banco de España estima una moderada ralentización de la remuneración por asalariado en el primer trimestre del año, por una "cierta contención" de los salarios, que crecieron un 2,2 por ciento en marzo, un nivel que el Banco de España considera aún "elevado", pero que justifica por el retraso acumulado en la negociación colectiva.Así, en los convenios colectivos de nueva firma, el incremento salarial fue sustancialmente inferior, situándose en el 1,1 por ciento.