Dívar. El hasta ahora presidente cree que no ha hecho nada malo - Archivo

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Carlos Dívar confirma su dimisión. Tras más de un mes de presiones, el presidente de los jueces hizo ayer pública su decisión "rotunda y contundente" que anunció el sábado pasado. Se convierte así en el primer presidente del Poder Judicial de la democracia que deja su cargo. De esta manera, Dívar justificó ante los vocales que su salida "es lo mejor para la carrera judicial y la sociedad". No obstante, la dimisión ha creado una situación de 'bicefalia' con un CGPJ bajo presidencia conservadora y un Tribunal Supremo a cargo de un progresista.

La decisión es consecuencia de la polémica suscitada a raíz de conocerse que Dívar cargó a los presupuestos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) parte del coste de una treintena de viajes que realizó en fines de semana por valor cercano a los 28.000 euros.
Como todos esperaban, Dívar comunicó su decisión a los 20 vocales nada más comenzar el Pleno. Así, justificó su decisión asegurando que, en su opinión, su salida del cargo "es lo mejor para la carrera judicial y la sociedad". "Lo importante son las instituciones, no las personas", fue una de las frases empleadas en su discurso, según fuentes cercanas al órgano.
Dívar comunicó además su "dolor" por la imagen que los acontecimientos que han provocado su renuncia han causado y por el daño que esta situación haya podido ocasionar a todos los magistrados y jueces de este país. Insistió en que no ha hecho "nada malo" y cree que ha sido víctima de una campaña cruel y desproporcionada.

Así lo desveló el vicepresidente del CGPJ, Fernando de Rosa, tras la celebración del Pleno Extraordinario. De Rosa agregó que todos los vocales del órgano han trasladado por unanimidad al hasta ayer presidente su "reconocimiento" por el trabajo realizado en los últimos tres años y medio.

Además concretó que Dívar ha comunicado a los vocales que dejará de presidir ya todas las comisiones o reuniones del CGPJ que puedan celebrarse. El abandono del cargo no se hará efectivo hasta que se produzca una comunicación oficial al Ministerio de Justicia y a la Casa de su Majestad el Rey y la renuncia sea publicada en el BOE.

De Rosa precisó también que no fue necesario proceder a una votación de los vocales sobre la salida de Dívar dado que la decisión ha partido de él mismo. "El presidente ha manifestado su renuncia y eso es lo que ha sucedido", especificó De Rosa.

En este sentido, la portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, reconoció que tanto el CGPJ como el Tribunal Supremo, así como la propia imagen de la justicia, "han estado sufriendo un proceso de deterioro que ha ido en aumento a medida que han ido transcurriendo los días" y que "no se ha atajado como se esperaba".

Esta ha sido la razón, precisamente, que llevó, según Bravo, a los vocales a retirarle la confianza a Dívar en el Pleno extraordinario celebrado el pasado sábado.

No obstante, la dimisión de Carlos Dívar ha creado una situación de 'bicefalia' en la cúpula del Poder Judicial. Fernando de Rosa, designado a propuesta del PP, será el nuevo presidente en funciones de gobierno de los jueces, mientras que en el Tribunal Supremo estará al frente el presidente de Sala más antiguo, que es Juan Antonio Xiol, considerado progresista moderado.

Por otro lado, vocales del CGPJ y magistrados del Tribunal Supremo han venido a señalar en los últimos días su preocupación por la imagen que la crisis en el órgano de gobierno de los jueces puede estar provocando en el exterior.

De esta manera, lograr un candidato para presidir ambas instituciones debe lograr al menos 13 votos en el Pleno del CGPJ y todos coinciden que, de encontrarse candidato, éste debe ser de consenso y lograr una mayoría mucho más amplia.

Así, el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ ha presentado su dimisión después de que casi 100.000 personas hayan firmado una petición en la plataforma change.org en la que le solicitaban la adopción de esta medida.

El creador de la iniciativa, el periodista Máximo Pradera, defiende que la responsabilidad de Dívar "no es política, como se viene diciendo, sino deontológica", según informaron los impulsores de la iniciativa en un comunicado, que reclamaban la dimisión para "salvaguardar la imagen y credibilidad de los integrantes del Poder Judicial".