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Las muestras de apoyo lanzadas por diversos líderes europeos en los últimos días han logrado mantener una cierta euforia en los mercados, que impulsaba ayer la bolsa y ayudaba a confirmar la tendencia bajista de la prima de riesgo.

El principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, subióun 2,78 por ciento en la sesión de ayer, un repunte que unido al 6,06 por ciento del jueves y el 3,91 por ciento del viernes sitúan al selectivo en 6.802 puntos.

Por su parte, la prima de riesgo -que mide el sobrecoste que exigen los inversores por comprar deuda española en lugar de alemana, considerada más segura- se relajaba hasta los 524 puntos básicos, 11 menos que al cierre del viernes y 108 por debajo de los 632 que marcaba hace una semana.

A pesar de esta mejora, que permitía cerrar el bono a diez años en el 6,61 por ciento de interés, el Tesoro Público español se enfrenta el próximo jueves a una subasta decisiva, en la que intentará captar hasta 3.000 millones de euros en bonos y obligaciones.

El mensaje más repetido de los últimos días es que las instituciones europeas van a hacer todo lo que sea necesario para preservar la moneda única.

Esta idea, pronunciada por primera vez el pasado jueves por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha sido después compartida y repetida por los gobiernos alemán, francés e italiano.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se atrevía el domingo a aventurar la forma que tendrá ese apoyo, al indicar que implicará al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la colaboración entre los países de la zona del euro y el Banco Central Europeo.

A esto hay que añadir que poco antes del cierre del mercado, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, instaban a aunar esfuerzos a escala internacional para conseguir la definitiva estabilización de la economía europea.

Tras todas estas declaraciones, los inversores están a la espera de la puesta en marcha de manera inminente de algún mecanismo que permita aliviar la presión en el mercado de deuda soberana, algo que podría suceder este mismo jueves, cuando se reúne la cúpula del BCE.