Rajoy. El presidente del Gobierno aumenta a 102.149 millones los recortes hasta 2014 - Reuters

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cifró en 8.000 millones el coste de los intereses de la deuda en medio de las tensiones en los mercados, y dijo que no ha descartado el rescate. Por su parte, el PSOE, contrario a la intervención, ha solicitado su comparecencia para que detalle qué va a hacer "para impedir que España sea rescatada".
Así lo indicó en rueda de prensa para hacer balance de los primeros meses de Legislatura, en la que señaló que España tendrá que desembolsar esta cantidad "el año que viene".
Según explicó, éste es el precio que España está teniendo que pagar para que le financien con una deuda externa que sobrepasa los 900.000 millones de euros en unos momentos en los que el coste de la deuda es muy alto por las dudas sobre el futuro del euro. "Es nuestra gran losa", enfatizó.

"Lo que debemos, que es mucho, hay que devolverlo y en estos momentos es muy difícil que nos lo presten", insistió para añadir a renglón seguido que "ésta es una lección muy importante de cara al futuro".

Además, Rajoy esgrimióesta explicación para justificar todas las medidas de ajuste del déficit que está adoptando el Gobierno, encaminadas a reducir el gasto y la necesidades de financiación.

En este sentido, defendió las reformas emprendidas por el Gobierno y aseguró que el Gobierno seguirá en esa senda porque, "si no nos quedaríamos atrás".

PIDE RESPALDO

Más allá de lo meramente económico, Rajoy dijo que la lucha contra la crisis es una tarea "enorme, pero no imposible" y que "será mucho más llevadera si todos nos comprometemos con ese objetivo común".

Asimismo, el jefe del Ejecutivo aseguró que "el Gobierno se siente comprometido con un claro mandato de los españoles". "No prometimos milagros porque sabíamos que no los iba a ver", dijo y apostilló que el Ejecutivo ha desarrollado, en cambio, una "labor intensísima en estos meses".

Además, no descartó pedir ayuda al Fondo de Estabilidad, como sugirió el pasado jueves el presidente del BCE, Mario Dragui. "Yo no tengo tomada ninguna decisión", afirmó.
El presidente aseguró que, sea cual sea su decisión, hará "lo que conviene al interés general de los españoles".

"Draghi anunció que tomaría medidas no convencionales y quiero conocer esas medidas, qué significan, qué se pretende, si son adecuadas", dijo para añadir que, con esa información, "se tomará una y otra decisión".

Además, Rajoy avanzó que aún no ha mantenido ninguna conversación con el presidente del BCE desde la comparecencia del jueves. Así, valoró la afirmación del presidente del BCE de que son "inaceptables" los diferenciales entre las primas de riesgo de los países del Norte de Europa y la de los del Sur, como España e Italia.

Eso sí, defendió la acción del banco central, al considerar que la decisión final que se acometa debe tener el "mayor nivel" de información posible. "Tenemos que saber de qué estamos hablando", indicó.

De esta manera, Rajoy dejó claro que no se plantea convocar un referéndum popular sobre las reformas económicas que ha emprendido para combatir el déficit público, tal y como solicitan los sindicatos.

"Nadie se lo ha planteado y ningún grupo político me lo ha pedido. El Gobierno de España fue elegido por los españoles para cuatro años con un objetivo y un mandato claro: crecer y crear empleo", dijo

Aseguró que no tiene pensado remodelar el Ejecutivo, del que se siente "orgulloso" y "satisfecho", de cómo han defendido sus posiciones en el Parlamento y están haciendo un "enorme trabajo".