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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, descartó ayer la posibilidad de que el Gobierno vuelva a subir el IVA y el IRPF en el Presupuesto del año 2013, al tiempo que confió en no tener que tomar medidas "tan duras". Por su parte, el FMI aseguró que España no ha pedido ayuda y que no prepara ningún plan al respecto.

Tras un almuerzo de trabajo con el presidente de la República francesa, Fraçois Hollande, Rajoy recordó que él no era partidario de subir el IVA y el IRPF y garantizó que, cuando pueda, hará lo posible para que la situación vuelva al lugar en el que estaba.

"He tenido que hacer cosas que no iban en mi programa", dijo, tras explicar que tuvo que aplicar estas medidas porque la realidad era la que era y, como presidente, debía tomar decisiones que sirvieran para que el país volviera a crecer en el futuro.

De hecho, garantizó que nunca habría tomado estas decisiones en otro momento económico, pero no haberlo hecho habría sido "un gran error" que acabarían pagando todos los españoles. "Soy consciente de que son decisiones difíciles. Entiendo el descontento de la gente, pero ahora España lo necesita", afirmó.

Así, recordó que España vive una situación "muy difícil", con una recesión, un alto nivel de desempleo y un déficit "muy importante". En ese contexto, según Rajoy, la primera obligación de un gobernante es "decir la verdad a gente y tomar decisiones útiles para resolver los problemas del país".

"España tiene un objetivo que es crecer y crear empleo",dijo Rajoy, tras recordar que estos parámetros son sinónimos de bienestar y riqueza, de ingresos para las administraciones públicas y mejoras en los servicios ofrecidos a los ciudadanos.