Almunia. Afirma que no todos los problemas que hay los ha traído la crisis económica - Archivo

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El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha dicho que el crecimiento económico no se producirá si a corto plazo no se lleva a cabo una reforma del sistema financiero, pues "si no hay crédito y no hay financiación no se puede crecer".

En el Foro Ser Canarias, celebrado en Santa Cruz de Tenerife, el comisario europeo de la Competencia señaló que la recuperación pasa por la consolidación fiscal y presupuestaria y las reformas estructurales, pero también por la demanda, haciendo que los países europeos que tienen superávit estén dispuestos a traspasar parte de su ahorro a otros estados miembros.

Almunia indicó que éste es "un debate político que no se puede dejar a los economistas", e implica que algunos países de la eurozona --como Alemania-- sean conscientes de que están en el "mismo barco" y que tienen que tener un mayor "grado de solidaridad" con quienes están realizando más ajustes. "Si no establecemos ese equilibrio, no vamos a encontrar respuestas", recalcó.

Según el vicepresidente europeo, "éste no es un debate entre los partidarios de la austeridad y los que no lo son, pues la austeridad no la entienden los ciudadanos". Por eso, confió en que en los próximos meses haya un "liderazgo" en Europa entre los estados miembros, de manera que todos tengan las "ideas claras" para intentar sacar adelante sus propuestas.

AYUDA EUROPEA

Joaquín Almunia dijo que si bien ésta es la primera crisis económica que vive Europa, España ya ha vivido crisis "muy fuertes" a finales de los setenta, que superó "con esfuerzo, consenso y con la ayuda de Europa", que ofrecía "una agenda y no imposiciones".

Añadió, además, que los problemas que hoy tiene la UE "no los ha traído la crisis", pues incluso antes Europa ya presentaba bajos niveles de productividad, un crecimiento menor al de otros países, un exceso de actividad financiera y de modelos de crecimiento no sostenibles, y problemas estructurales en sus modelos sociales.

Igualmente, consideró que la unión monetaria europea "no estuvo bien definida" y "le faltaban instrumentos". Por ello, abogó por la necesidad de implementar una política monetaria en común y una unión bancaria, conjugando políticas fiscales y estructurales mediante un supervisor único de la zona euro, que entrará en funcionamiento a principios de 2014.