Alepo. Un niño de diez años ayuda a su padre a fabricar morteros para los rebeldes sirios - Reuters

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Estados Unidos y Francia se esforzaron ayer en subrayar que tienen apoyo internacional amplio y creciente para una acción contra el régimen sirio de Bachar al Asad por su supuesto uso de armas químicas y que al menos una decena de países se preparan para una acción militar.

En una conferencia de prensa conjunta con el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, al término de un encuentro en París, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmó que "la ausencia de acción supone un riesgo más importante que la misma intervención".

"No podemos dejar que un dictador se sirva de las armas más horribles. Hay que aportar una respuesta selectiva y limitada, pero no por eso menos clara" porque "enviar el mensaje de que no hacemos nada es más peligroso que actuar", argumentó.

Consciente de la oposición popular en su país a una operación militar, el secretario de Estado de EEUU aseguró que lo que se está planeando no es una guerra, que no habrá tropas sobre el terreno y que no es comparable con Irak, ni con Afganistán, ni siquiera con Libia.

Ante las dudas de si se pretende apartar del poder a Al Asad, indicó que "la única forma de poner fin al conflicto sirio pasa por una solución política y no militar", dando a entender que el objetivo no sería derrocar al presidente sirio, a quien se acusa de ser el responsable del ataque químico del pasado día 21.

Sobre ese punto, Fabius puntualizó que "es ilusorio esperar una solución política sin respuesta".

El presidente francés, François Hollande, anunció ayer que se dirigirá a los ciudadanos para explicar su decisión.