El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, durante la rueda de prensa que ha ofrecido junto al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, al término de la reunión que ambos han mantenido hoy en el Palacio de la Moncloa. | EFE/Ballesteros

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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha elogiado hoy «el éxito» de las reformas económicas puestas en marcha por el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien ha dicho que Bruselas no pedirá que suba el IVA pero sí ha reclamado más esfuerzos en materia laboral ante el alto índice de paro.

Rajoy ha recibido a Barroso en el Palacio de la Moncloa un día después de que el presidente de la Comisión recibiera de manos del Príncipe el premio Carlos V en el Monasterio de Yuste por su contribución a la construcción europea.

Barroso ha constatado la mejoría económica de España en los últimos meses después de que, según ha dicho, estuviese, al igual que Italia, «muy cerca» del rescate, y ha resaltado que las duras reformas no se han ido aplicando porque las imponía Bruselas, sino porque las necesitaba el país.

Preguntado por los deberes futuros de España en asuntos como la reforma laboral y la de carácter tributario, el presidente de la Comisión ha dicho que la modificación del mercado de trabajo acometida por el Gobierno español «parece haber sido eficaz, especialmente en la flexibilidad interna de las empresas y la moderación salarial"

Pero ha precisado que, con la alta tasa de desempleo que tiene España, han de continuar los esfuerzos.

«No hablo de una nueva reforma, sino de una implementación, y por eso animamos a abordar los retos pendientes como la necesidad de reducir las diferentes condiciones entre contratos de trabajo temporales y fijos», ha explicado.

Ha explicado que también ha hablado con Rajoy de la necesidad de avances en el proyecto de ley sobre liberalización de los servicios profesionales.

Barroso ha asegurado que Bruselas no pedirá a España una subida del IVA, y en cuanto a la reforma fiscal, además del impulso de la autoridad fiscal independiente, ha instado a Rajoy a «ir tan lejos como sea posible» en la simplificación del sistema fiscal para hacerlo más favorable al empleo y el crecimiento sin poner en peligro los compromisos de saneamiento presupuestario

Rajoy ha garantizado ante Barroso que su Gobierno va a proseguir con las reformas y ha enumerado las que tiene previstas para los próximos meses, entre ellas la del sistema tributario que está estudiando actualmente un grupo de expertos.

Una reforma que ha dicho que pretende que el sistema tributario sea más sencillo, garantice la suficiencia de los ingresos y favorezca el desarrollo económico, la unidad de mercado y la neutralidad fiscal.

En la enumeración de las próximas reformas no ha aludido a nuevas medidas en el mercado laboral, pero sí ha insistido en que la principal preocupación es la lucha contra el desempleo y, particularmente, el de los más jóvenes.

De ahí que haya valorado los fondos europeos contra ese paro juvenil, aunque ha llamado a redoblar los esfuerzos comunitarios en este ámbito porque, a su juicio, los avances en esta materia son positivos pero insuficientes.

El presidente del Gobierno, que ha destacado que no hay atajos en el camino de la recuperación, ha recordado una serie de datos que considera que demuestran la mejoría de la economía española.

Una mejoría que es evidente para Barroso y quien, junto a Rajoy, ha reconocido que se tarda algo más en que los ciudadanos noten en sus economías esa percepción.

Rajoy ha elogiado la tarea de Barroso al frente de la Comisión Europea en un momento de especial dificultad como ha sido el de la crisis y ha destacado sus «dotes de liderazgo».

Ambos han alertado ante las elecciones europeas de mayo de los partidos populistas o extremistas que, aprovechando la crisis, pueden pretender acceder al Parlamento Europeo para defender postulados que van en realidad en contra de Europa.

Según Barroso, hay que tener claro que Europa no fue la desencadenante de la crisis, sino que lo fueron los mercados y errores de algunos gobiernos nacionales bien por un gasto excesivo, bien por fallos de supervisión.

«No sería bueno que Europa se convirtiera en la víctima de la crisis», ha añadido ante la cita con las urnas para elegir el nuevo Parlamento Europeo.

Ante las aspiraciones de independencia en Cataluña y Escocia, Barroso ha vuelto a insistir en que, según los tratados de la UE, si una parte de un país se escinde de un estado comunitario, esa parte quedaría fuera de la UE y tendría que negociar posteriormente su adhesión.