Mariano Rajoy interviene durante su encuentro con el primer ministro francés Manuel Valls y el president de la Generalitat Artur Mas. | Gustau Nacarino

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El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, han coincidido este viernes por vez primera desde hace seis meses y medio y han tenido un encuentro «correcto» en el que no consta que hayan hablado del debate soberanista en Catalunya.

Rajoy y Mas han participado junto al primer ministro francés, Manuel Valls, en el almuerzo que se ha celebrado en el castillo de Peralada -al que han asistido unas trescientas personas- con motivo de la inauguración de un nuevo enlace eléctrico entre España y Francia que duplica la capacidad de interconexión entre ambos países.

El acto de inauguración de esa nueva línea ha tenido lugar en un paraje de la localidad francesa de Montesquieu des Albéres y ha estado presidido por Rajoy y Valls.

Mientras que fuentes del Gobierno aseguran que Mas no estaba invitado a este acto pero sí al almuerzo posterior en Peralada, desde la Generalitat se afirma que había invitación del Ejecutivo para los dos pero que el president no pudo asistir al primero debido a que tenía un compromiso previo en Barcelona.

A su llegada a Peralada, Rajoy y Valls no fueron recibidos por Artur Mas debido a que éste aún no estaba presente, y fue la delegada del Gobierno en Catalunya, Llanos de Luna, la encargada de hacerlo.

Ella recibió también veinte minutos después al presidente de la Generalitat.

No ha habido imagen del saludo entre Rajoy y Mas y sí se les ha visto llegando junto al primer ministro francés a la mesa del almuerzo, en la que han estado acompañados por, entre otros, el ministro de Industria, José Manuel Soria; y el comisario europeo de Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.

Rajoy, Mas y Valls han posado para los informadores gráficos antes de ocupar sus sillas y Rajoy ha invitado al presidente de la Generalitat a tomar asiento a su derecha, como estaba establecido por el protocolo, mientras a su izquierda se ha sentado Manuel Valls.

En ese momento se ha podido ver cómo Rajoy y Mas hablaban entre sí de forma distendida y cómo el presidente de la Generalitat asentía a alguno de los comentarios que le hacía el jefe del Ejecutivo.

Al término del almuerzo, no ha habido declaraciones de ninguno de ellos pero sí un saludo de despedida en el que ha estado presente el primer ministro francés.

Fuentes del Gobierno se han limitado a señalar que el encuentro entre Rajoy y el presidente catalán ha transcurrido «con educación y buenas formas», mientras que desde la Generalitat sólo ha habido el comentario de que ha sido «correcto y protocolario».

Pero si en el contacto mantenido hoy Rajoy y Mas no han hablado del debate soberanista, sí ha habido declaraciones previas de ambos al respecto.

El presidente del Gobierno, sin citar explícitamente las aspiraciones independentistas, ha aprovechado su intervención en el acto de inauguración de la nueva interconexión eléctrica para considerar que esta línea es un ejemplo de los ideales de la UE.

«Pocas infraestructuras como las interconexiones simbolizan mejor el proyecto de integración europea y el ideal de derribar fronteras artificiales o naturales en lugar de erigirlas, de agregar en lugar de segregar, de unir en lugar de desunir, de cooperar en lugar de enfrentar, de conectar en lugar de desconectar», ha subrayado en clara alusión al debate catalán.

Pero también sin nombrar a Rajoy, Artur Mas ha reivindicado la historia de Catalunya en las palabras que ha pronunciado en Barcelona en el acto inaugural del Año de las Bibliotecas.

Mas ha considerado que si Catalunya es hoy lo que es y se encuentra donde se encuentra es gracias a la continuidad histórica, a pesar de los «agresores de muchas épocas, que han procurado romper las piernas de lo que significaba la identidad catalana».

Rajoy y el presidente de la Generalitat no se veían desde el pasado 30 de julio, cuando ambos se reunieron en el Palacio de la Moncloa y constataron que eran irreconciliables sus posturas sobre la consulta que el 9 de noviembre auspició Artur Mas en Catalunya.