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La Guardia Civil ha publicado en su cuenta de Twitter las imágenes de las tareas de los mineros para acceder a Julen.

En ellas, puede verse a los mineros picar la roca para abrirse paso a través de ella y poder así acceder al lugar donde encontraba el cuerpo sin vida del pequeño.

El cadáver de Julen estaba atrapado en un túnel de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad que había sido perforado para realizar sondeos de agua.

Julen pasó 13 días en un frío agujero de 25 centímetros en medio del campo, a mas de 70 metros de profundidad, mientras mas de 300 personas se afanaban afuera en horadar la roca y la tierra que lo mantenían atrapado. En algunos tramos la roca es cuarcita, una de las mas duras, con una resistencia de 7, en una escala de 10.

La operación para rescatarle se consideraba la más compleja que se ha acometido en España, ya que decenas de máquinas, perforadoras y excavadoras han removido cerca de 83.000 metros cúbicos de tierra para excavar un pozo paralelo que llegase hasta el pequeño.

En el operativo figuraban ocho miembros de las Brigadas de Salvamento Minero de Hunosa que han horadado durante casi 32 horas los 3,8 metros de túnel de tierra y roca.
«Un minero nunca se queda en la mina y para ellos, Julen es un minero», había dicho con emotividad, al respecto, el delegado del Colegio de Ingenieros de Minas de Málaga, Juan López Escobar.

La dureza de las rocas ha obligado hasta en cuatro ocasiones a agentes de la Guardia Civil especialistas en espeleología y 'microvoladuras', a introducir cargas explosivas en los orificios de la roca para hacer pequeñas detonaciones y abrir camino a los mineros.