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Unas 30.000 personas se han reunido en la madrugada de este domingo en las playas de Barcelona para hacer botellón, al encontrarse blindada la plaza de Espanya por efectivos policiales, en una noche en la que se han repetido escenas de robos con violencia y actos vandálicos, como quema de vehículos o roturas de escaparates.

Los Mossos y la Guardia Urbana de Barcelona blindaron este sábado la zona de plaza Espanya después de que en la madrugada del viernes al sábado tuviera ahí lugar un macrobotellón de 40.000 jóvenes, que derivó en actos de vandalismo y agresiones, con un saldo de 22 detenidos, unos 40 heridos -13 por arma blanca- y cuantiosos daños materiales.

Así, en la plaza de Espanya se han realizado controles y filtros de acceso y cierres perimetrales, lo que ha evitado que se reunieran jóvenes en esta zona para consumir bebidas alcohólicas y escuchar música, pero esta vez el macrobotellón se ha trasladado a las playas de la ciudad, principalmente la del Bogatell, en la que se ha acumulado grandes cantidades de envases y residuos.

Según diversos testigos, la presencia policial en las playas del litoral barcelonés era escasa y pequeños grupos de jóvenes vestidos de negro y la cara tapada, aparentemente organizados, han aprovechado la situación para intimidar y robar al resto de personas.

Más tarde se han producido enfrentamientos con la policía y la noche ha acabado con al menos un vehículo calcinado y diversos escaparates de comercios y restaurantes rotos, algunos de los cuales han sufrido también actos de pillaje.

La noche finalmente se ha saldado con decenas de detenidos y 39 heridos, según el balance provisional compartido por fuentes de la Policía de la Generalitat y del Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

De las 39 personas heridas, 16 han sido trasladadas a un hospital o ambulatorio para ser atendidas, de las que 15 presentaban un estado menos grave. Otras 24 presentaban heridas de carácter leve.