TW
1

El giro a la izquierda que comenzó tras la debacle electoral socialista en Andalucía se ha consolidado definitivamente en el inicio de la recta final de legislatura. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cargado de nuevo este sábado contra lo que en julio definió como "poderes ocultos" y que, en esta ocasión, ha sacado a la luz con la forma de las "grandes empresas energéticas".

El presidente ha acusado a estas empresas de "llevar de la mano al PP y a la derecha mediática" para oponerse a las medidas económicas y sociales impulsadas por el Ejecutivo, como la 'excepción ibérica', en una intervención en el barrio sevillano de Pino Montano, donde ha recibido algunos pitidos y abucheos durante su intervención.

"Nunca me olvidaré de quién medraba junto a las grandes empresas energéticas en Bruselas para que nos dijeran que no a la excepción ibérica; la derecha política y la mediática", ha asegurado, en su primer acto de la campaña "El Gobierno de la gente", que llevará al presidente a intervenir en una treintena de actos por toda España hasta final de año.

En este sentido, ha afeado la reacción de "la derecha política, económica y mediática" a esta y otras medidas del Gobierno "a beneficio de la mayoría social", lo que, a su juicio, demuestra que la derecha "está a defender sus intereses minoritarios y los particulares de unos cuantos poderosos".

Reformas de Bruselas en el mercado energético

No ha sido esta la única mención a la capital de la Unión Europea que ha realizado Sánchez este sábado. El líder socialista ha instado a la Comisión Europea a acometer "de una vez por todas" la reforma del mercado eléctrico solicitada a Bruselas durante este último año para proteger así a la clase media y trabajadora -un concepto en el que Sánchez está insistiendo machaconamente también en los últimos tiempos- y la industria.

El presidente del Gobierno ha mostrado su apoyo expreso a la decisión del G7 de poner tope al precio del petróleo que se compra a Rusia y que ha desencadenado la gasista rusa Gazprom haya anunciado la suspensión del envío de gas a Europa.

No obstante, Sánchez ha manifestado que hay que ir más lejos para "defender a la clase media y trabajadora de nuestro país y al tejido productivo, sobre todo la industria" en un mercado eléctrico "que no funciona".

"Frente al chantaje de Putin, que ha dejado claro que la energía es un arma de guerra, unidad", ha subrayado Sánchez, que ha llegado a reclamar una intervención "generalizada" del precio del gas, así como un desacople de esta fuente de energía del coste final de la electricidad.

Menos "lecciones" y más "arrimar el hombro"

Sánchez, se ha dirigido también al PP para pedirle que, en lugar de dar "supuestas lecciones de españolismo", arrimen el hombro y dejen de decir "no a todo", refiriéndose a las medidas "de sentido común y en beneficio de la mayoría" que están planteando para paliar los efectos de la guerra.

Por último, ha criticado la propuesta del PP de apostar por las centrales nucleares porque tardan en construirse 15 o 20 años. "No es una respuesta para la urgencia del momento. La urgencia del momento requiere y exige de intervenciones en el mercado eléctrico europeo".