El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante un acto electoral. | ELISEO TRIGO

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La cúpula del PP intentó aplacar la misma madrugada del domingo la polémica abierta sobre un posible indulto condicionado a Carles Puigdemont y el estudio de la amnistía durante 24 horas y difundió un argumentario interno a todos sus cargos esa noche, según han señalado fuentes 'populares'. Pasada la medianoche, alrededor de las 12.30 horas, los dirigentes del PP recibieron en sus dispositivos ese documento bajo el título «Amnistía», similar al que el partido envió también a todos la prensa para responder a las informaciones publicadas en más de una docena de medios de comunicación citando fuentes de la dirección del partido. De acuerdo con esas fuentes del PP, Feijóo estaría abierto a un indulto a Puigdemont condicionado a que sea juzgado, se arrepienta y rechace la vía unilateral. Además, el partido habría estudiado el encaje de una posible amnistía durante las negociaciones para la investidura de Feijóo aunque la habría desechado en «24 horas».

Esas mismas fuentes reconocieron que sería difícil de probar el delito de terrorismo en el caso del expresidente catalán. En ese argumentario, el PP recalca que «nunca indultaría a una persona acusada por cualquier delito que no mostrara total arrepentimiento por sus actos ni mostrara propósito de enmienda», unas condiciones que, según recalca, «no se dieron con los indultos del procés» y «menos se dan con los que no han sido procesados aún por haber abandonado nuestro país para escapar de la acción de la Justicia», en alusión a Puigdemont. «Nuestra postura es clara: ni amnistía (porque es inconstitucional) ni indultos (porque son injustos y arbitrarios) para aquellos que desafiaron al Estado y que lo volverían a hacer», asegura el mismo documento, en el que recalca que por eso el PP dijo «no en menos de 24 horas» a la amnistía que Pedro Sánchez «lleva cinco meses queriendo impulsar en España».

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Sin embargo, las informaciones publicadas ha provocado un gran revuelo y estupefacción dentro del PP, donde muchos cargos no entienden que la dirección nacional del partido se haya «enredado» con este asunto cuando arranca la última semana de la campaña gallega. «Tuve que leerlo varias veces. Me quedé en shock», ha confesado una dirigente del PP, que admite que la gente está disgustada por lo que ha ocurrido porque echa por tierra la línea discursiva de Feijóo y el partido en el último año y en lo que queda de legislatura, máxime cuando llevan liderando varias movilizaciones en la calle contra la amnistía.

Ésta es una opinión compartida por más cargos de la formación, que creen que han dado «munición» al PSOE de Pedro Sánchez y a Vox para los próximos meses. Por lo pronto, este lunes la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ya ha exigido al PP que aclare «qué pactó» con Junts en sus contactos para la investidura fallida de Feijóo y ha preguntado a los 'populares' si han desvelado que serían favorables a un indulto condicionado a Puigdemont por «miedo» a que el partido independentista «cuente la verdad» sobre lo que hablaron. En las filas del PP algunos cargos no dan crédito a lo que se ha publicado. «Yo veo a la gente un poco perdida porque nadie se puede creer esto», asegura una persona del partido. «Es preocupante porque todo el discurso del PP se va al garete. ¿Qué oposición vamos a hacer ahora?», resume otro cargo de la formación. Especial indignación ha provocado entre algunos dirigentes del PP que la cúpula del PP admitiera que es difícil probar que Puigdemont cometió delito de terrorismo. «¿Entonces para qué hemos ido a Europa y lo hemos llevado a la Comisión de Venecia?», se pregunta un cargo del PP. Algunas fuentes no ocultan su temor a que Puigdemont pueda tener alguna carta guardada tras los contactos que tuvieron el pasado verano ante la constitución de la Mesa del Congreso y la investidura de Feijóo. «Más que miedo a que esto jorobe las gallegas, es miedo a que jorobe toda la legislatura», reconoce un dirigente del PP, que cree que en Galicia el partido puede revalidar la mayoría absoluta si se trabaja bien en esta última semana de campaña.

Dos años de Feijóo al frente del PP

Este lunes en Barbate --donde ha viajado tras la muerte de dos guardias civiles arrollados por una narcolancha el viernes por la noche--, Feijóo se ha centrado en pedir que se refuerce la presencia policial del Estrecho y que la Audiencia Nacional asuma los casos graves de crimen organizado y narcotráfico, eludiendo responder a cuestiones sobre otros temas «por respeto a lo que ha pasado» en Barbate, según ha dicho. Esta polémica interna del PP se produce precisamente cuando se cumplen casi dos años del desembarco de Feijóo en la calle Génova tras una profunda crisis interna que se llevó por delante el liderazgo de Pablo Casado, ahora alejado de la política y centrado en su nuevo trabajo sobre un fondo de inversión en defensa y ciberseguridad. Tras la guerra desatada entre Casado e Isabel Díaz Ayuso --que estalló cuando se publicaron informaciones sobre un supuesto espionaje al hermano de la presidenta madrileña, Tomás Díaz Ayuso-- terminó cuando en la madrugada del 24 de febrero, Casado pactó su salida con los 'barones' territoriales del PP, entre ellos Feijóo, que contó con el apoyo unánime de los presentes para hacerse con la Presidencia del PP en un congreso extraordinario que se celebró los días 1 y 2 de abril en Sevilla.