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La vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, prometió este sábado "reformar el despido" y "atacar dos reformas", tanto la reducción de su indemnización al salario de 33 días por año trabajado, que aprobó el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, como la ulterior y "nefasta" que hizo el de Mariano Rajoy.

Lo hizo en su intervención en el acto central de la campaña de Sumar para las elecciones vascas del próximo 21 de abril, en el Bilbao Exhibition Center (BEC) de Barakaldo (Vizcaya), ante unos 300 espectadores. Un discurso cuyo inicio interrumpieron los abertzales del Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS) por sus siglas en euskera, partido disidente de EH Bildu, cuya portavoz pudo terminar su alegato de dos minutos antes de abandonar el recinto sin que nadie les desalojara.

La vicepresidenta, además de su promesa de reformar el despido, situó la vivienda como el principal problema del País Vasco y de toda España, y censuró que "no es un negocio de algunos partidos progresistas de nuestro país". Aclaró que todavía no se han suprimido los 'golden visa', por lo que pidió no "dar palos de ciego", sino "actuar", e insistió en reclamar, como ya hizo hace un par de semanas, una Conferencia de Presidentes para abordar el problema y llegar a "un acuerdo para que se cumpla la ley de Vivienda".

Igualmente, reivindicó "constituir un parque público de viviendas de alquiler social", la "reutilización y reaplicación de todas las viviendas ya existentes" y, enmendando en parte el propósito del Ministerio, "por supuesto construir viviendas, pero destinadas al alquiler social", porque, si no, "la política basada sobre la construcción de viviendas no va a hacer nada más que seguir subiendo los precios".

Por último en este ámbito, llamó a "regular de una vez por todas los fondos de inversión", porque "no puede ser que parte del alquiler de nuestro país esté en manos de grandes fondos de inversión".

Campaña vasca

Vinculando el problema con la campaña electoral, alabó que la candidata de Sumar a la Lehendakaritza, Alba García, fue "capaz, sencillamente con su experiencia personal" de poner de manifiesto en el debate electoral televisado que este es el principal problema de la comunidad y del Estado. "Es imposible, como demostró Alba, vivir de alquiler en Euskadi; materialmente imposible por muy elevados que sean los sueldos o más elevados que en el conjunto del país", denunció más tarde.

También en clave autonómica, diagnosticó que en el País Vasco se está ante "un fin de ciclo", con el proyecto del PNV y el PSE "completamente agotado", pues "carece de imaginación política para definir y abordar los grandes retos" y no habla de los problemas de la ciudadanía. Como ejemplo, denunció que la temporalidad en el sector público de Euskadi es del 45%, "una de las más altas de España", y lo puso en comparación con la reducción que ha habido en el sector privado, "siendo muchísimo más difícil", gracias a su reforma laboral.

La vicepresidenta señaló como "la principal misión de Sumar" la de "reducir la desigualdad" e instaurar una "vida digna" con "reducción de la jornada laboral sin reducción laboral", a pesar de que el FMI ha advertido de que una debe conllevar la otra. En este sentido, volvió a reclamar la subida del Iprem, porque "es una profunda injusticia que, porque no tengamos Presupuestos Generales, hoy lo tengamos congelado".

Díaz aseguró que "tenemos diferencias" con el PSOE y que "las comparaciones están a la vista de todo el mundo", y proclamó que Sumar sabe bien a quién representa, y abogó por permisos de conciliación retribuidos y por una prestación universal por crianza hasta la mayoría de edad del hijo.

Apelando al voto del 30% de indecisos y en particular a la "mucha gente progresista que tiene dudas", se distinguió expresamente de los socialistas al remarcar: "Nosotros no estamos aquí para bajar los impuestos a las grandes energéticas" como Iberdrola. Finalmente, en vísperas del aniversario de la proclamación de la II República, arengó ante el aplauso rendido del auditorio: "Anticipemos también la primavera republicana".