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Tras una noche en la que el volcán de Cumbre Vieja ha estado emitiendo lava en estado muy líquido, actualmente se ha llegado a un punto de aparente estabilidad donde no expulsa nada. Sin embargo, el avance de la lava ya se encuentra a unos 800 metros del mar, aunque ralentizada.

Es por ello que muchas personas se han preguntado cuáles son los efectos de que la lava volcánica llegue hasta el mar, mientras que el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) ha explicado cuáles son estas consecuencias a través de sus redes sociales.

Al pensar en una llegada de la lava al mar, lo primero que se viene a la mente es el choque térmico que se produce entre ambas sustancias. Por un lado, el agua se encuentra a una temperatura de unos 20ºC, mientras que la lava está a 1.000ºC.

Por tanto, si se produce esta llegada de la lava al mar, se formarán lo que se conoce como penachos, que son unas columnas de vapor de agua cargadas con ácido clorhídrico (HCl) debido al del importante contenido de cloruro (Cl-) en el agua de mar.

Igualmente, estos penachos contienen también diminutas partículas de vidrio volcánico que se forman como consecuencia de la reacción que se produce al entrar la lava en contacto con el agua de mar.

Tal y como indica INVOLCAN, la formación de estos penachos de vapor de agua ácida tienen un peligro local, muy delimitado, que afectaría solamente a las personas que visitan o se encuentran en la zona costera donde se produce el encuentro entre lava y agua de mar.

Estos penachos no son tan fuertes como los que se producen en el cono volcánico, donde la columna de gas alcanza los 5 km de altura debido a la fuerza que tiene. Los penachos en el mar serán mucho menos energéticos.

"El régimen de vientos en la zona dónde se producen estos penachos volcánicos costeros contribuye a la dispersión de estas columnas, pero el peligro que representan es muy local, en el entorno del área donde se produce el encuentro de la lava con el mar", señalan desde la misma fuente.

Por tanto, indican que, en caso de que alguna persona tuviera contacto con la producción de gases que se producirá si la lava entra en contacto con el mar, podría sufrir irritación en la piel, los ojos y el tracto respiratorio, al igual que dificultades respiratorias, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes.